9

Cinco bocados. Eso fue lo máximo que pude comer.

Sabiendo que Dylan jamás se negaba a un buen plato de comida caliente, se lo llevé a la sala. Recogí el plato usado que dejara en la mesita y lo reemplacé con el que yo apenas tocara y una cerveza.

Él me obsequió otra gran sonrisa y me sujetó una mano antes que me apartara, jalando para que me inclinara hacia él.

Su beso sólo me hizo sentir peor, aunque logré disimularlo y le devolví la sonrisa.

—Voy a ducharme —dije

—Te espero en la cama —respondió con un guiño.

Asentí revolviéndole la melena rubia, eternamente alborotada, y al fin pude dirigirme al dormitorio. Lo primero que hice al entrar al baño fue cerrar la puerta a la sala. No quería interrupciones. Dylan podía usar el bañito de servicio hasta que yo terminara de bañar

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP