Mundo ficciónIniciar sesiónMe detuve a alisarme la falda larga, vaporosa, del vestido frente al espejo de cuerpo entero en la amplia habitación de huéspedes. Era sencillo, fresco, de gasa de algodón muy fina y un poco traslúcida, una prenda perfecta para ir a la playa, pero en negro se convertía en una prenda elegante en su simpleza. Mis pies en las sandalias apenas asomaban bajo los mil pliegues del ruedo, y mi pelo caía a cubrir mis hombros desnudos.
El minimalismo de la prenda contrastaba con la opulencia tranquila de la villa: los techos altos, la madera pulida, la vista al mar que se colaba por los ventanales.
De no haber sido por el cabestrillo, me hubiera visto como para ir a una fiesta.
La luz que se filtraba por las pantallas de diseño resaltaba los contornos de mi figura, pero también mi expresión.
Y de alguna forma, la imagen en el espejo iba de la mano con mi estado de ánimo.
Me costaba reconoc







