Mundo ficciónIniciar sesiónNos derrumbamos juntos en el sofá, sudorosos, sin aliento, aquella intensa descarga física y emocional aplazando la necesidad de hablar de lo que ocurriera. Me atrajo entre sus brazos y besó mi frente con un suspiro entrecortado.
—Perdóname, mi vida, por favor —musitó.
Alcé la cabeza para hallar sus ojos castaños, que me observaron con un destello de temor que se reflejaba en toda su expresión. Acaricié su cara con suavidad, en silencio, enjugando el sudor de sus sienes.
—Soy un idiota —agregó—. Es todo mi culpa. Los gastos, Marco, la forma en que te descuidé. No es justo para ti.
El peso de su arrepentimiento se sentía genuino. No me sorprendía. Era la primera vez que yo hacía algo así, y debía haberle sentado como un bofetón. Me estrechó contra su pecho volviendo a besar mi frente.
—Anoche sentí que enloquecía. Cuando terminé el stream y aún no regresabas… Sentí que se me venía el mundo abajo. —Su pecho se agitó con una inspiración temblorosa—. C







