¿Cuantos días habrán pasado?
Creo que no puedo llegar a saberlo con exactitud, todos son tan fatigantes como el anterior y de alguna u otra forma no logro sentir el tiempo correr en mi entorno.
Es como si mi cabeza estuviera atrapada en su propio mundo, incapaz de salir de ahí a pesar de mucho que lo intente.
De igual forma, tampoco hay mucho que hacer.
Solo paso mi día limpiando la casa y cocinando comida para Rayn y Raphael.
Miles de platos llenos de comida a rebosar adornan la mesa, las moscas y larvas se hacen un festín con la comida mala que lleva más tiempo en espera de ser degustada y la más reciente solo espera su destino a terminar por perderse como los demás platillos.
Veo muchas botellas vacías, la colección invaluable de Rayn poco a poco era consumida por esta servidora aquí presente.
Supongo que por eso apenas y siento el paso de los días, es más lo que estoy borracha que siendo una mujer normal y consciente.
Además, el mismo Rayn no colabora.
No me habla desde esa última