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Emma:

Ya los tres sabían que los amaba, estaba contenta y satisfecha con habérselos dicho, me sentía feliz y completa por ahora... Aún procesaba todo lo que me había ocurrido en este poco tiempo y ellos estaban ahí.

Mi ruptura con Tom, conocerlos a los tres, ser tocada por ellos... Experimentar muchas cosas por primera vez, conocerme de verdad a mi misma y lo de que era capaz, me había perdido estando con Tom, pero con mis super tres, todo fue distinto, aunque fue una experiencia un tanto única, porque era nuevo para mi estar con tres personas al mismo tiempo, pero lo bueno fue que lo supe sobrellevar con calma.

Gracias a ellos pude volver a ser yo misma sin miedo, de conocer mi cuerpo y mis límites, de poder amar sin miedo o vergüenza, me han dado todo para sentirme bien. A pesar de los altibajos que hemos tenido lo hemos sabido superar sin problemas y saber que estuvieron conmigo fue maravilloso porque se, que jamás me dejarían sola.

Mi amor por ellos era más grande que cualquier cosa, me hacían reír, llorar de alegría, darme buenos consejos y cuidarme... ¿Hay algo más bonito que eso? La respuesta es si, su amor por mi, porque se que estarían dispuestos a hacer todo lo posible por cuidarme y amarme más de lo que ya lo hacen.

Dejé a Axel dormir, Lucia un poco cansado por el viaje y por recoger el desastre que dejó Mika en el departamento, tomé unas cosas de mi maleta y me la coloqué, está noche tenía planeado pasar la noche con Carlo, me coloque una bata de baño y fui hasta su habitación. llegando a la misma, no estaba, revise la sala y la cocina y tampoco estaba ahí, así que fui hasta la habitación de Mika y la puerta estaba entre abierta y se escuchaba a ellos dos hablando a gusto.

Mejor para mí...

Entré a la habitación y ambos se quedaron callados al verme.

—Creí que dormirias con Axel.

—No —negué—, está muy cansado, además... Estos días he dormido con el, sería injusto para ustedes.

—En ese caso —Mika sonrió—, ven aquí —palmeó el medio de la cama.

Mika estaba en solo Pantalones de chandal al igual que Carlo, pero el tenía una musculosa puesta. Caminé hasta el borde de la cama y me quité la bata de baño tirandola al suelo, dejando ver la lencería que compré para Carlo. El plan era usarla con el, pero si está Mika aquí, mucho mejor.

—¿Que pasa? ¿No les gusta? —hice un puchero.

Ambos se mantuvieron en silencio y sus miradas se oscurecieron un poco. Con solo mirarme así ya me estaba excitando.

—Claro que si... —Carlo se levantó y caminó hasta mi, sin vérmelo venir, rodeó su brazo en mi cintura y me pegó a el, su mano entró a mi nuca y la tomó con mucha fuerza—. Estás jodidamente hermosa.

Ya estaba jadeando sobre sus labios, cerré los ojos cuando los sentí rozar con los míos, poco a poco estaba perdiéndome con solo sentir su aroma.

—Si estás aquí, es porque quieres que te follemos ¿No es así? —hizo presión en mi nuca— responde mi amor. 

Escuchar esas palabras salir de sus labios fue excitante y aún mas con su acento italiano bastante marcado.

—Si señor —jadee.

—Joder —escuché murmurar a Mika.

—Asi me gusta —sonrió de lado, soltó mi nuca y pasó su pulgar por mis labios—, serás una chica buena y te dejarás follar por mi y por Mika —asentí—, quiero palabras Emma.

A quien engañaba, amaba este lado de Carlo, me gustaba que fuera así en el sexo, un sádico dominante que puede hacer lo que quiera conmigo, pero también amaba al dulce y tierno Carlo que me daba mimos cuando estábamos solos.

—Lo hare señor.. —susurré. 

Tomó con fuerza mi mandíbula y giró mi rostro hacia Mika quien se frotaba su polla por encima de su pantalón.

—¿Ves como se toca la polla? —susurró en mi oído— así deseo que lo hagas conmigo mi amor.

Que me llamara así, me encantaba, hacía estremecer todo mi cuerpo pero lo hacía aún más cuando era autoritario.

Sin pensarlo con mi mano le froté la polla por encima de la tela tal cual lo hacía Mika, Carlo soltó un gruñido en mi cara y mordió mi labio inferior levemente, con fuerza tomó mi mano y la apartó al igual que el, se aparto de mi dejándome vacía.

—Ve al centro de la habitación y desnúdate.

Caminé hasta el centro de la habitación y lentamente me fui quitando la lencería, Mika se levantó de la cama y llegó hasta mi, me detuve por un momento porque quería saber lo iba a hacer. Al llegar a mi, se arrodilló y sus manos me tomaron por la cintura para acercarme más a él, su rostro se acercó a mi abdomen y sentí como paso su lengua por mi piel haciéndome estremecer. Cerré los ojos por un momento, pero de nuevo los abrí cuando Mika me dió un azote, sus ojos conectaron con los míos y una sonrisa burlona se formó en sus labios.

Besó mis muslos y alzó una de mis piernas para quitarme el tacón que tenía puesto y así lo hizo con mi otra pierna, luego sus dedos se metieron en las medias que tenía puesta y las bajó hasta dejar mis piernas desnudas, sin decir una sola palabra se levantó y fue a sentarse al lado de Carlo sobre la cama.

Lentamente solté la tira del corset que usaba, lo quité por completo de mi cuerpo y coloqué las manos detrás para soltar el brasier, lo hice hasta quedar solo en bragas.

—Queda una prenda Emma, obedece. 

¿Por que me sentía nerviosa?

Con lentitud bajé las bragas hasta quedar completamente desnuda, a pesar de que la habitación estaba fría, mi cuerpo no, yo estaba muy caliente y quería que me tocaran ahora mismo.

Ambos se levantaron de la cama y llegaron a mi, Mika se colocó detrás y Carlo frente a mi, de inmediato gemi cuando los dedos de Mika rozaron mis pezones mientras dejaba besos en mi cuello y hombros.

Ahora quería saber quién de los dos iba a ser el dominante aquí.

Carlo acaricio y mejilla y sonrió.

—Será una excelente noche para ti, quiero que obedezcas todo lo que te pida ¿Está claro?

—Si señor.

—Buena chica, ahora, quiero que te sientes en la mesa y abras las piernas.

Fruncí un poco el ceño, pero obedecí, fui hasta la mesa de la habitación, ahí estaban algunas cosas de Mika y un enorme espejo, me senté sobre la mesa e hice lo que Carlo me pidió, abrí las piernas quedando completamente expuesta a ellos.

Carlo le dijo algo al oído a Mika y este asintió, caminó hasta mi con una sonrisa de satisfacción, al estar frente a mi se arrodilló y sin verlo venir pasó su lengua por mi vagina haciéndome gemir demasiado fuerte, cerré mis ojos disfrutando de la lengua de Mika sobre mi clítoris e hice atrás mi cabeza perdiéndome por completo gracias a Mika.

—No cierres los ojos —escuché a Carlo—, si lo haces, Mika se detendrá, quiero que me mires.

Y así lo hice, miré a Carlo quien estaba sentado mirándome fijamente mientras sonreía, mi cuerpo aún se estremecía por tener a Mika metido entre mis piernas.

—¡Oh joder, Mika! —gemí muy duro, quería cerrar los ojos pero no quería que el se detuviera.

—Que boca más sucia Emma —Carlo negó—, te castigaré por eso.

Mi cuerpo dió unos cuantos espasmos cuando Mika tomó en su boca mi intimidad y lo succionó, quería verlo pero si lo hacía, Carlo le pediría que se detuviera y no quiero que me deje sin mi orgasmo.

—Mika más rápido... —jadeaba.

Y así lo hizo, Mika empezó a follarme con la lengua mientras su pulgar hacia presión sobre mi hinchado clítoris, lo hacía cada vez más y más rápido, pero mi frustración empezó cuando se detuvo. Mi respiración era un desastre, Mika se levantó y se relamió los labios y sonrió.

—Eres deliciosa pero no tendrás tu orgasmo ahora.

Lo mire mal, iba a protestar cuando Carlo acercó y se colocó al lado de Mika.

—¿Cómo está?

—Muy mojada —me sonrió—, y deliciosa por supuesto.

Ambos se acercaron a mi y Carlo acarició mi humedad y le dió unas palmadas, quise cerrar las piernas pero no me lo permitió. Luego solté un sonoro gemido cuando ambos metieron sus dedos dentro de mi para empezar a masturbarme rápidamente.

La sensación de tener dos dedos diferentes dentro de mi era placentera, mi cuerpo reaccionaba a la perfección a los dedos de ambos dentro de mi. El sonido de mis fluidos era audible cuando metían y sacaban sus dedos de mi, ambos se hundieron más y sentí como mi orgasmo llegó, mis espasmos eran muchos y ya a estas alturas mis piernas dolían demasiado por la posición en la que estaba.

Ambos sacaron sus dedos de mi y los metieron a sus bocas saboreando mi orgasmo, luego Mika tomó mi mandíbula y se acercó a mi rostro.

—Vas a disfrutar esto —besó mis labios.

Me ayudó a bajar de la mesa y con las piernas temblorosas me mantuve un poco firme ya que me estaba recuperando de mi orgasmo.

Carlo me tomó de la nuca de nuevo y estampó sus labios con los míos en un beso deseoso y posesivo, mordió un poco mi labio inferior para abrir la boca y asi adentrar su lengua, quise profundizar más el beso pero no me lo permitió así que el mismo lo hizo, con solamente besarme mi humedad volvió a crecer pero ahora no quería dedos, quería su polla dentro de mi. Cómo su cuerpo estaba pegado al mío, moví mis caderas buscando fricción y así poder sentir su dureza pegada a mi vientre. Carlo se separó de mi y pude respirar un poco, me sonrió de lado y me tomó de los brazos para colocarlos detrás de mi.

Bastó solo un segundo para darme cuenta de lo que querían hacer, Mika me colocó unas esposas color rojo que no se de donde las sacó, estaba inmovilizada completamente. Sentí a Mika detrás de mi y de cómo me azotó fuertemente, contuve mi gemido apretando los labios.

—No te contengas Emma —susurró en mi oído-, ambos, vamos a follarte, así que no te calles, que tus gemidos suenen por todo el departamento.

—Si señor.

—Que buena chica eres —Carlo sonrió.

—Le harás una mamada a Carlo —Mika habló en mi oído—, luego una a mi, ahora arrodíllate Emma.

Me prendía demasiado lo autoritario que era Mika con ese acento Ruso que me excitaba.

Cómo pude me arrodillé frente a Carlo mientras el se quitaba todas sus prendas hasta quedar completamente desnudo frente a mi, tomó su enorme polla y la acercó a mi rostro.

—Abre la boca.

Y así lo hice, abrí mi boca y Carlo sin perder tiempo metió su polla dentro de mi boca de forma brusca, cómo pude respire profundo y empecé a succionar su polla saboreandolo, se me estaba haciendo difícil teniendo las manos esposadas y como si Mika leyera mis pensamientos tomó mi cabello en una coleta y empezó a mover mi cabeza sobre el falo de Carlo, mire a Carlo que tenia su mandíbula apretada y gemía muy bajo pero podía escucharlo, Mika me soltó el cabello para tomarlo el después y follarme la boca de forma ruda, sus caderas se movían de adelante hacia atrás mientras que su rostro de desfiguró por el placer que le estaba causando. Sentí como su polla se tensó en mi boca y de como su líquido entró a mi boca y paso de una vez a mi garganta tragandolo todo, después de sus espasmos sacó la polla de mi boca mientras veía desde el suelo como respiraba frenéticamente, la vista desde aquí abajo era deliciosa, los músculos de Carlo estaban muy firmes y esa v en su vientre me excitaba.

—Que buena chica eres —se agachó—, pero aún no terminamos contigo, quiero disfrutar de ti por toda la noche. 

Jadee por las palabras que salían de la boca de Carlo. El jamás había hablado de esa forma, pero por alguna razón, me encantaba.

Se levantó y Mika se postro frente a mi, tomó mi barbilla y la alzó un poco, ya sabía lo que tenía que hacer así que abrí la boca de nuevo y saqué mi lengua, el colocó la punta sobre mi lengua y se frotó mientras gemia, yo por mi parte sentí mi humedad bajar por mis muslos, quería que me follaran ahora. Hice lo mismo con Mika, succione hasta correrse en mi boca y por supuesto que lo trague. Después de eso, me ayudó a ponerme de pie y ya las esposas me estaban incomodando.

Carlo estaba sentado al filo de la cama y sabía que vendría después, últimamente esa es la posición que más les gusta a ellos y por supuesto que a mí también, caminé hasta Carlo metiéndome entre sus piernas y de una vez metió uno de mis pechos a su boca, hice mi cabeza hacia atrás disfrutando de la lengua de Carlo sobre mi pezón erecto mientras que jalaba el otro pezón con sus dedos

Sentí como la mano de Mika sostuvo mi cuello con fuerza y estampó sus labios con los míos, ese beso fue delicioso, dominante y salvaje, la lengua de Mika entró a mi boca y sentí su sabor mezclarse con el mío, luego se separó de mi.

—Has Sido una chica muy buena Emma... Mereces que te meta mi polla —sonrió— ¿Quieres eso?

—Si señor —gemí porque Carlo seguía con mis pechos.

—Preparate, por que nos vas a recibir a los dos.

Se apartó de mi y volvió poco segundos después, Mika estaba detrás de mi y sentí como abrió mi trasero para echarme el lubricante, me giró y sentí como Carlo quería entrar en mi, lo hizo lentamente hasta hundirse por completo, esperé un momento tratando de acostumbrarme a su tamaño. Mika se arrodilló frente a mi y tomó mis piernas para abrirlas por completo.

—Amo que seas tan flexible —sonrió.

Me soltó una pierna para tomar su polla y frotarla por mi clítoris hasta mi entrada y penetrarme sin vérmelo venir, volvió a tomar mi pierna y ambos empezaron a embestirme fuertemente.

Sentí como mi cuerpo ardía por el placer y de como me excitaba el sonido de nuestros cuerpos chocando, los jadeos de mis hombres no se hicieron esperar, quería tocarlos pero mis muñecas seguían esposadas, así estuvimos por un rato hasta que se detuvieron, ambos salieron de mi y Carlo me levantó para quitarme las esposas, en este momento ambos estaban siendo muy bruscos.

Carlo me alzó en sus brazos y caminó hasta el sofá pequeño que había en la habitación, se sentó y entro en mi de una estocada.

—Joder Emma, me encanta como me aprietas —me embestía muy duro mientras que su mano sostenía mi mandíbula— maldita sea Mika, follale el culo.

—¡Ah si! —gemí.

Las embestidas de Carlo aumentaron mientras que Mika entró en mi, ya mi cuerpo a estas alturas no aguantaba más.

Mis manos se aferraron en los hombros de Carlo mientras saltaba en sus pollas, lo que vino después me dejó más que impresionada y excitada.

Carlo besó mis labios y después se unió Mika, ambos me estaban comiendo la boca. El placer que sentía mi cuerpo en este momento era inmenso, jamás había experimentado algo así, del como la lengua de Mika y Carlo se rozaban al igual que sus labios, ellos no se detuvieron y siguieron besándome hasta que sentí como las pollas de ambos se tensaron y sentí como se corrieron dentro de mi.

Y sin verlo venir, Carlo y Mika frente a mi se besaron, jadee cuando los ví hacer semejante cosa tan deliciosa, ver cómo la lengua de Carlo y Mika jugaban entre si hizo que mi orgasmo llegará por segunda vez.

Ambos se separaron y jadeaban mientras que pasaba su orgasmo y el mío.

—Eso ha sido... —jadee—, tan jodidamente caliente, joder que delicia.

Mika salió de mi y se fue al baño para después escuchar la regadera. Carlo salió de mi y me cargó quedando su rostro frente a frente con el mío.

—Te has besado con Mika —susurré—, Dios... Fue excitante, jamás pensé verte haciendo eso.

—Lo sé, jamás pensé hacerlo pero lo intenté —el rió—, no vayas a pensar que.. 

—No dije nada —reí—, me ha excitado tanto verlos besarse y que me besaran al mismo tiempo.

Ahora que lo pensaba, mi mente se preocupó, ambos se besaron y no sabía cómo iban a reaccionar después.

—¿Que sucede? —me miró con curiosidad.

—Pensaba en cómo reaccionarán ustedes después de ese beso —dije un poco preocupada.

—No pasa nada bonita —escuché a Mika, de inmediato lo miré—, una cosa es un beso y otra muy distinta es follarlo —rió—, me gustan las mujeres. específicamente tu, solo fue un beso en medio del sexo, no te preocupes que nuestra relación seguirá siendo la misma.

—¿Seguro?

—Muy seguro —dijo Carlo.

—Vamos a bañarnos ¿Si? -asintió.

Carlo me llevó en sus brazos hasta el baño y ambos nos metimos a la ducha y empezamos a bañarnos, luego de un rato salimos, el se colocó una toalla en la cintura y yo una en el cuerpo.

-Ponte esto —Mika me tendió una camisa de las suyas.

Me saqué el cuerpo y me coloque su camisa, no tenía bragas, me acosté en medio de los dos, Mika me dió un tierno beso y cerró los ojos, Carlo me abrazó por la cintura y besó mi cuello.

—Buenas noches mi amor... Te amo —susurró.

—Y yo a ti.

Cerré los ojos disfrutando de las caricias de Carlo sobre mi vientre, hoy fue una noche increíble y llena de muchas emociones, lo único que esperaba que nuestra relación no se fuera a dañar por el beso que se dieron Carlo y Mika.

Pero ¡Joder! Eso fue lo más caliente que he visto en mi vida, que hicieran algo así fue increíble.

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