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Emma:

Dos días después.

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Hoy retomaría las clases, ayer no vine a la universidad para cuidar de mi amiga Jess, quizá fui un poco exagerada con eso, ya que es mi única amiga y siempre quiero protegerla de todo el mundo. Siempre hemos sido unidas tanto que estamos estudiando la misma carrera, ella es como la mantequilla y yo el pan, o sea, congeniamos perfectamente.

Ella me conoce tanto, sabe que odio a las personas, a pesar de ser alguien "popular" en la universidad, no me gusta socializar con nadie, solo somos ella y yo, nadie más.

Estamos tan unidas una a la otra que casi tenemos los mismos gustos,.cosa que me encanta porque casi podemos estar de acuerdo en todo, cuando tenemos una diferencia tratamos de arreglarlo y seguir con nuestra amistad sin problemas, ella me apoya tanto como lo hago con ella, por eso me asusté tanto cuando supe que la habían lastimado. Espero que encuentren a esa mujer pronto, no me siento muy segura con ella suelta.

Mis chicos acordaron en venir por mi todos los días, cada uno se turna para hacerlo, así que tuve que dejar mi bebé en el estacionamiento, no le gusta la idea, pero es por mi bien hasta que esa mujer no salga de mi vida.

El domingo habrá una cena con mis padres y mis super tres, desde que estaba en Rusia con Mika, no he podido verlos así que llamé a mamá para decirle que iremos a cenar a casa el domingo y para ser sincera, ellos están más emocionados que yo, Mika adora a mi papá Julian, y mis otros dos quieren mucho a Mi papá Jamie, sabía que se iban a llevar más que bien.

Jess hoy no vino a la universidad ya que su pómulo se puso peor y no quería salir así, de igual forma más tarde le pasaría los apuntes del día de hoy. Cómo siempre mi amado Mikael, dando la clase como todo un profesional.

—Bien clase, para el viernes el examen de final de semestre, recuerden estudiar los puntos que les di —se acomodó los lentes—, no voy a dar segundas oportunidades a nadie.

Recalcó la última palabra, sabía perfectamente que no me daría una oportunidad, por más que me amara, no iba a hacerlo, pero no importa, quiero destacar en la clase por mis conocimientos y no porque Mikael sea mi novio.

Ya todos fuera del salón, el estaba arreglando sus cosas, siempre era la última en salir ya que no podíamos demostrar cariño en la universidad para evitar problemas.

—Bonita, hoy no podré llevarte, hay reunión de maestros... —no me miraba— voy a llamar a Carlo para que venga por ti ¿Está bien? —me miro. 

—No hay problema —le besé la mejilla—, nos vemos mañana entonces.

—Esta bien —me besó los labios—, te amo, por favor, cena bien ¿Si?

Solo asentí, salí del salón y el se fue a su siguiente clase, ayer hablamos sobre sus celos y me pidió disculpas muchas veces por comportarse así y por alzarme la voz, le dije que sería la única vez que se lo dejaría pasar y me prometió no volverlo a hacer, hasta ahora es todo un amor conmigo, me es difícil molestarme con Mika, es un amor.

Caminando por los pasillos saludé a algunos compañeros y recibí un mensaje de texto, revise mi teléfono y era Carlo.

"pasaré por ti más tarde, papá hizo lasaña, tu favorita, así que me pidió que te llevará ¿Que dices?"

No pude evitar sonreír con ese mensaje, en definitiva amaba a mis super tres, los tres me alegraban la vida y el día de una forma distinta.

"muero por que llegues, adoro la lasaña de tu papá ;) voy a comer, te espero más tarde, un beso"

Le respondí, iba a guardar mi teléfono cuando choque con alguien, mis cosas cayeron al suelo junto con mi teléfono, rápidamente me agaché para verificar que no se había roto la pantalla y no, aún seguía con vida, solté un suspiro y empecé a recoger mis cosas, cuando ví como alguien se agachó frente a mi.

—Lo siento mucho ¿Estás bien?

Alcé la cabeza encontrándome con un chico de mi edad o más, sus ojos eran de un negro intenso, nariz perfilada, mandíbula marcada y cabello largo, en su rostro había algunas pecas. Era bastante apuesto a decir verdad, fruncí el ceño al verlo, porque, jamás lo había visto.

—Si, estoy bien —le respondí. 

Recogí mis cosas y el me ayudó, ambos nos levantamos y vaya que era alto.

—Disculpa por tirar tus cosas —se rasco la nuca nervioso—, es que venía distraído leyendo esto —levantó una hoja.

—No te preocupes —le hablé de una forma cordial—, disculpa ¿Eres nuevo? Digo, jamás te había visto por aquí en la facultad de Arquitectura.

—Oh si —asintió—, soy nuevo, me llamo Oliver Armstrong —extendió su mano.

—Emma Allen —estrechamos las manos—, te ves perdido —asintió— ¿En qué año estás?

—Ya en último año —sonrió—, estaba buscando la clase seis b ¿Sabes cuál es?

—Claro, es el último salón de allá —señalé el pasillo—, en la puerta está el nombre seis b.

—Muchas Gracias Emma, oye... Soy nuevo aquí, literalmente —rió—, me gustaría que me dijeras aunque sea dónde están algunos salones y eso... La secretaria me dió un mapa pero, no entiendo nada.

Me enseñó la hoja y efectivamente el mapa que le dió no se entiende nada, mire al chico frente a mi y lo pensé por un momento, mientras el miraba todo con curiosidad.

—Esta bien, pero sería después de almorzar porque justamente iba a la cafetería.

—Mejor —sonrió—, así te invito el almuerzo por tirar tus cosas ¿Que dices? —levantó las cejas.

—La comida en la cafetería es gratis —reí.

—Oh cielos —rió avergonzado—, pues entonces vamos a almorzar y me explicas como es todo aquí ¿Vale?

—Vale —asentí.

Ambos caminamos hasta la cafetería dónde las miradas no sé hicieron esperar, era más que obvio, este chico era muy guapo y vestía como un Bad boy, aparte de que era nuevo.

—Me siento incómodo con las miradas —rió— ¿Siempre es así?

—Casi siempre, en una semana o dos se olvidarán de ti, ahora eres la sensación —reímos.

Pedimos la comida y nos sentamos dónde siempre lo hago con Jess, empezamos a comer y le expliqué a detalle de dónde estaban los salones y demás, el chico parecía muy inteligente porque saco una libreta y empezó a anotar todo lo que yo le decía, cosa que me pareció un poco curiosa, pero bien a la vez.

Después de almorzar el se fue a su clase y yo a la mía, estuve concentrada en cada palabra de la Profesora y anotando todo, necesitaba que este viernes mis notas subieran mucho más, así que tenía que estudiar mucho.

A la hora de la salida, me encontré de nuevo con Oliver.

—¿Ya te vas? —preguntó, estaba a mi lado sosteniendo su mochila.

—Si, vendrán por mi en un momento —le dije. 

—Vale —asintió—, yo me debo ir, te diría que te llevo, pero ya vienen por ti —rió—, fue un gusto conocerte Emma Allen, espero que podamos ser buenos amigos, adiós.

—Adiós Oliver.

Hizo un ademán con las manos y caminó hasta el estacionamiento donde se subió a su auto, era uno parecido al mío pero en color negro, poco después llegó Carlo en su motocicleta.

—Pero que hermosa está mi novia —sonrió, extendió sus brazos para que lo abrazara y así lo hice— ¿Que tal te fue bonita?

—Muy bien —sonreí—, muchas tareas por hacer y estudiar para el examen —hice un puchero.

Carlo me besó y me ayudó a subir en su motocicleta, me colocó el caso y como siempre lo hacía, me daba un beso en la nariz, reí un poco y el se subió y encendió la motocicleta, me aferré a su chaqueta de cuero y arrancó hasta la pizzería.

Hoy fue un día hermoso y tranquilo, me gustó mucho conocer a Oliver, se ve que es un chico agradable, espero que podamos ser buenos amigos.

Me cayó muy bien..

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