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Emma:

Verlos así preguntando con quién cenaría, me parecía muy gracioso, quería reírme pero debía mantenerme firme hasta mañana en la noche. Confieso que no quería hacerlo, pero Jessie me convenció de ponerlos celosos un poco así que creo que está funcionando.

—Entonces bonita ¿Con quién cenaras? —preguntó Carlo suavemente.

Fui de compras con Jess para la cena de mañana, quería lucir bien así que me compré un conjunto de dos piezas que me encantó y por supuesto un regalo para el padre de Carlo, solo espero que mañana no le diga que estaré con ellos en la cena, si no todo se arruinaría.

—Con un amigo —me encogí de hombros—, hace mucho que no lo veía y me invitó a cenar.

Me levanté del sofá y fui a la cocina a servirme jugo, pero sentía las miradas de los tres taladrando mi espalda, es bastante gracioso, pero siento que esto saldrá muy mal. 

—Pero ese amigo ¿Tiene nombre? —preguntó Mikael con la misma cautela. 

—Y apellido también —me voltee y tomé de mi jugo.

Juro por Dios que quería reírme al ver las caras de los tres.

—Pero... Mañana haríamos algo —habló Axel.

—¿Y en qué momento hicieron planes sin decirme? —reí— Además, ya quedé con mi amigo en cenar con el ¿O me lo van a prohibir?

—No —dijeron Carlo y Axel.

—Sí —dijo Mika.

Los tres hablaron a la vez y yo quería ponerme seria pero ellos no me colaboran.

—A ver —deje el vaso en la isla y me crucé de brazos—, yo tengo derecho de salir ¿Cierto?

—Si —Mika se sentó en la isla de la cocina—, pero... No quiero que lo hagas mañana.

La cara de Mika reflejaba celos y de los intensos, debo reconocer que luce muy sexy. 

—No puedes decirme que hacer Mikael —el frunció el ceño—, soy una chica libre.

—Con novios —se cruzó de brazos.

—Exactamente, con novios, no dueños, así que puedo salir con un amigo —sonreí leve.

Reconozco que si estaban celosos, pero lo estaban ocultando más que bien, bueno Mika no tanto, porque se frotaba la frente y pasaba sus dedos por su mejilla y labios. Quería verlos en esta faceta, desde que están conmigo yo he estado celosa, ellos no tanto, porque soy una chica un poco antisocial con los chicos de mi edad, mi única amiga es Jess y ahora Kurt que lo incluí a mi círculo pequeño de amistades.

—¿Quien es el chico Emma? —preguntó Axel.

No me llama bonita, esto se va a salir de control. 

—Se llama Anthony —dije—, es un amigo de la infancia que se había ido a Canadá y regresó hace poco, así que me pidió cenar con el y acepté.

—No estoy de acuerdo con esto Emma —Mika seguía serio—, no quiero que te pongas bonita para ver a otro... No es justo —parecía un niño pequeño haciendo un berrinche.

—Pero es mi amigo —hice un puchero—, quiero ir a verlo. 

Mi celular sonó y sabía que era Jessie, corrí a contestar y ella empezó a reírse.

¿Funcionó?

—Si —sonreí, los tres estaban atentos a mi.

Pagaría por ver la cara de los tres... Oye, sabes que hay buenas noticias, los padres de Kurt pudieron adoptar —chilló feliz—, la niña se llama Corine, tiene ocho años, por Dios Emma, Kurt me envió una foto con ella y era tan hermosos, estoy tan feliz por el.

—Me alegra saber eso, en serio —sonreí— enviame la foto ¿Si?

Claro que si oye, ¿Pasaremos la noche juntas?

—Por supuesto que si Anthony, hoy haré unas cuantas cosas para estar presentable para mañana —Jess se empezó a reír como foca con epilepsia, yo quería reír igual por la risa de ella y las caras de molestos que tenían los tres— adiós. —colgué.

Me senté de nuevo en el sofá y escuché a Mika quejarse.

—¡Esto es increíble! —exclamó riendo— va a cenar con el tipo, mañana en la noche, se compra un conjunto espectacular que no lo lucirá para nosotros, se pondrá bonita, bueno más bonita para el —empezó a contar— y para rematar ¡La llama por teléfono! Juro por todos los dioses del Olimpo que me va a dar un colapso ahora mismo.

—Mika estás exagerando mi amor —me rei. 

—No lo está Emma —Axel estaba igual que Mika—, no puedo creer que irás a cenar con alguien es... Increíble.

Axel se acercó a mi y se arrodilló frente a mi y me acarició las rodillas, hizo cara de niño pidiendo un dulce.

—No vayas ¿Si? Haremos lo que quieras, pero no vayas... Por favor —intentó hacer un puchero pero le salió mal.

—Ya dí mi palabra Axel, no puedo dejarlo plantado —negué—, no puedo.

Revisé las bolsas y saqué el regalo del señor Carlo, era un libro de recetas de comida Italiana y Francesa, me di cuenta que le gustaba cocinar por los libros que habían en un pequeño estante en su sala, ambos estaban envueltos en papel de regalo.

—¿Qué es eso? —preguntó Carlo, quien era el que estaba más callado de los tres, supongo que era por la resaca que tenía.

—Es un regalo para mi amigo Anthony, son libros.

—¡Esto es inaceptable Emma Allen! —Mika se alteró— nosotros que tenemos contigo casi dos meses, jamás nos has regalado nada... Ahora viene este sujeto... Antonio y.. —lo interrumpí.

—Anthony Mika —me crucé de brazos aguantando la risa. 

—Bueno es lo mismo —bufó—, el viene como si nada y ¿Le vas a dar un regalo? Dios mío, me va a dar algo en serio.

Se sentó de golpe en el sofá, creo que está exagerando demasiado.

—Pronto les daré un regalo, lo prometo.

—No es lo mismo —Axel negó— se supone que tú nos darías nuestro primer regalo, pero le darás a otro... Esos libros, no es justo Emma.

—Dejen los celos por favor —Me levanté del sofá—, es solo un amigo, nada más, ni que me fuese a casar con el —rodé los ojos. 

—¿Casarte con el? —Carlo negó—, no puedes hacer eso, eres nuestra novia.

Me toqué el puente de la nariz y negué varias veces, estos tres no escuchaban bien, así que decidí cambiar el tema.

—Esta mañana fui a hablar con tu papá —suspiré—, me pidió que fueras mañana en la noche a verlo, quiere que vayan ustedes dos también.

—¿Hablaste con el? —asentí— ¿Que te dijo?

—No mucho la verdad —me encogí de hombros—, solo me pidió tiempo de asimilar las cosas y por eso los llamo a los tres, así que no lo vayan a dejar mal y vayan a verlo mañana en la noche.

—Iremos entonces —Axel asintió.

—¡Jah! Ni creas que te vas a salvar mañana Emma Allen, no irás a cenar con nadie y punto. —dijo Mika serio.

—Mika, así no son las cosas —habló Carlo—, cálmate un poco.

Me reí ante las palabras de Mika. 

—¿Perdón? —reí de nuevo— tu no puedes imponerme absolutamente nada Mikael Voslov —me puse seria—, soy tu novia, pero eso no quiere decir que tenga que hacer lo que me pides todo el tiempo, es solo una cena con un amigo, si se los dije es porque les tengo la suficiente confianza, así que me le vas bajando dos rayas a tus celos sin sentido y...

—¡No vas a ir! —me alzó la voz.

No me asusté ni me inmute por eso, simplemente me quedé tranquila, aquí me acaba de demostrar que es un celoso sin remedio, así que mejor dejaré la broma hasta aquí.

—Váyanse, los veo después... Ah y Mika, que está sea la primera y la última vez que me alzas la voz —lo señalé—, ni tu ni nadie, me va a prohibir que hacer y que no.

Tomé mis cosas y me encerré en mi habitación, ninguno se digno a venir y está bien así, solo escuché como Axel y Carlo regañaban a Mika por haberme alzado la voz, poco después escuché la puerta de mi departamento abrirse y cerrarse, salí y me di cuenta de que se habían ido, le mandé un mensaje a Jess y al poco tiempo llegó a mi departamento.

—Se fueron molestos ¿Cierto?

—Solo Mika —suspiré—, creo que se me pasó la mano con provocarles celos, Mika me alzó la voz y quería prohibirme salir.

Me senté en el sofá y ella lo hizo a mi lado.

—Escuchame Emma, no quiero que te culpes por eso, no tenía porque alzarte la voz —negó—, es tu novio, no tu papá, no tiene que prohibirte con quién verte o no, la relación se basa en confianza y respeto, no en control y posesión de esa forma, no puedes permitir que te alce la voz ni una vez, porque si lo permites, lo seguirá haciendo..

—Lo se —solté un suspiro pesado—, ya acabo de ver la bandera roja de Mika —reí—, es muy celoso, Carlo y Axel lo son, pero se saben controlar, Mika no.

—¿Sabes que creo? —negué— que es celoso porque era un mujeriego... Escucha, la mayoría de los que son o eran mujeriegos, no les gusta que sus parejas salgan o hablen con otros hombres ¿Sabes por qué? Porque creen o se imaginan que su pareja podría hacer lo que ellos hacían en el pesado, entonces crean esa inseguridad.

—No creo que Mika sea inseguro, ese hombre tiene el autoestima por las nubes —ambas reímos.

—Puede que así sea enana, pero, al menos debe tener una inseguridad y creo que es esa, no lo sé, pero no justifica que te haya alzado la voz —negó.

—Lo se —cerré los ojos—, ojalá mañana y se le pase.

—Y que se disculpe contigo por hacer eso... Solo no lo vuelvas a permitir, si lo hace, patéale los huevos, yo misma te ayudo —volvimos a reír. 

—Esta bien, mejor busquemos el helado y veamos una película ¿Vale?

—Buena idea nena —me besó la mejilla— sube ese ánimo, que tú no eres culpable de sus celos sin sentido..

Me conoce muy bien, sabe que me siento un poco culpable de seguir con la broma, pero jamás pensé que Mika se pondría así o que me alzaría la voz... Pero creo que es por inseguridad, no lo sé, quiero pensar que es así y que jamás lo volverá a hacer, espero que está noche y mañana reflexione sobre lo que pasó y que no debe prohibirme ese tipo de cosas.

Soy libre de salir con amigos -aunque no los tenga- el tiene que confiar un poco en mi, de hecho los tres tienen que confiar en mi, jamás les faltaría al respeto, puedo salir con quién quiera siempre y cuando les de respeto a ellos y sobretodo a mi misma.

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