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Carlo:

Noche de la cena..

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Aún mi mente pensaba en Emma, quería saber con quién iba a cenar, estaba más que celoso, al menos pude controlarme un poco al igual que Axel, pero Mika exageró demasiado, tanto que fue capaz de alzarle la voz a Emma.

Después de que ella nos echara de su departamento, Axel y yo regañamos a Mika por la actitud que tomó, se había comportado de manera infantil y un tanto posesivo.

Sabemos que Emma es una chica que es sincera y respetuosa, que ella jamás nos mentiría o nos faltaría al respeto, ella es un amor, pero no podía evitar en el chico con el que iría a cenar hoy. No sabíamos que intenciones tiene con ella, nisiquiera sabemos quién es, ya que jamás nos había hablado del sujeto, yo solo espero que esto no se vaya a descontrolar.

Mika se fue a su departamento muy molesto, Axel se tuvo que ir al suyo y yo me quedé aguantando los berrinches de Mika, hasta la hora de dormir.

No sabía que Emma había ido a hablar con mi padre, para ser sincero, me ponía nervioso que mi padre se haya puesto un tanto agresivo con ella y le ha dicho cosas que fueran hirientes. Amo a mi padre, pero ya es tiempo de que yo tenga mi propia vida y felicidad.

Estacione la motocicleta afuera de la pizzería y subí al departamento, anoche no pude dormir con solo de saber que me diría mi padre, hoy estaba cerrada, cosa que me pareció muy extraño, papá jamás cierra la pizzería por nada del mundo.

Abrí la puerta y de inmediato el olor a comida llegó hasta mi nariz.

—¡Papá! —alcé un poco la voz para que supiera que estaba aquí.

Salió de la cocina limpiándose las manos con un pañuelo, caminó hasta mi y me abrazó.

—Que bueno que viniste hijo.. ¿Dónde están los demás? —miró detrás de mi. 

—Mika y Axel vienen en camino, Mika iba a recoger a Axel a la pastelería —asintió— ¿Dónde está mi hermana?

—Está ayudándome en la cocina..

Ambos fuimos hasta la cocina, hoy luce un poco más animado, tiene otro semblante y eso me agrada, llegando a la cocina, mi hermana estaba preparando una salsa.

—Hola pequeña —besé su cabeza-— ¿Cómo estás?

—Bien —sonrió— esperando que llegue Axel.

Negué riendo, mi hermana le gustaba muchísimo Axel, cuando era niña siempre decía que cuando fuera mayor se casaría con el, pero todo es inocente, Axel la ve como una hermana. 

Papá me tendió un copa de vino y la tomé sin pensarlo mucho, el se mantenía en silencio concentrado en lo que hacía, poco después la puerta sonó, mi hermana fue a abrir corriendo, y lo salí a la sala y ahí estaban los chicos.

Mika cómo siempre con su trajes excesivamente caro color beige, no traía corbata y sus lentes de lectura. Mientras que Axel usaba una camisa de algodón con cuello V y jeans rasgados en las rodillas con zapatos negros.

—Buenas noches —me sonrió—, deberías dejar eso, el alcohol te hace daño Italiano.

—Es solo vino —rodé los ojos— no me hará daño Mikael. 

—¡Muchachos! —papá se escuchó alegre.

Llegó hasta ellos y los saludó con un abrazo, mismo que ellos recibieron con gusto. 

—Nicollo que sexy te vez hoy —Mika rió—, conozco una linda chica que es perfecta para ti.

—Muchacho insolente —bufó—, deja de decir tonterías, mejor siéntense.

—Pero sabes que es cierto —el sonreía—, aún tienes edad para las mujeres, a puesto que no necesitas de esa pastilla azul ¿Eh?

—Mika basta —Axel reía—, déjalo en paz, mejor vamos a sentarnos y tomar un poco de vino.

Papá les dió las copas con vino y empezamos a beber y hablar un poco.

—¿No han llamado a Emma? —preguntó Mika.

—Yo si —dijo Axel—, me dijo que estaba casi lista para ir a la dichosa cena.

—No puedo creer que siga con la idea de ir.. —soltó un bufido. 

—Mikael, ya deja los celos, deja de pensar que ella haría algo malo —negué—, sabes que estás así porque eras un perro sin remedio y temes que Emma haga lo que hacías.

—No es eso, solo que no conozco al sujeto en cuestión, nada más —murmuró.

—Y le debes una enorme disculpa a Emma por alzarle la voz de esa forma —Axel negaba—, no debiste hacerlo, ella es nuestra novia, no debemos tratarla de esa forma.

—Bueno, estoy celoso ¿Si? —el bebió el vino de golpe— no quiero que nadie me aparte de ella...

—Nadie lo hará, ese serás tu si vuelves a repetir eso —Axel asintió—, pero si lo arruinas no hay problema, que te bote de su vida... Mejor para mí y Axel —sonreí de lado.

—Muy chistoso —rodó los ojos—, eso jamás pasará ¿Me oíste? Te recuerdo que soy su favorito.

—Y dale con lo mismo Mika —Axel rió—, Emma no tiene favoritos, ella nos quiere a los tres por igual.. Ya lo ha dicho más de una ocasión. 

Papá llegó a la sala.

—¿Que pasa? ¿Por que discuten tanto?

—Pues que ellos están dolidos que de yo sea el favorito de Emma —Mika sonrió con arrogancia.

—No digas estupideces Mika —lo mire mal. 

—Mejor prepárate para saber que decirle a Emma, porque en serio te pasaste.

—¿Que le dijiste? —preguntó papá.

Mika no respondió, solo desvió la mirada. 

—Pues que se comportó como un novio celoso y posesivo, ya que Emma está noche iba a cenar con un amigo y el no estaba de acuerdo —habló Axel— luego le alzó la voz y pues... Lo arruinó.

—Eres increíble —papá negó mientras reía—, no tiene de malo que ella vaya a cenar con un amigo, claro siempre y cuando ella los respete a ustedes, ella se ve que es una buena chica.

Los tres nos sorprendimos por las palabras de mi papá, lo miramos muy pero muy sorprendidos.

—¿Que? Solo digo la verdad...—se encogió de hombros. 

Se fue de nuevo a la cocina, la puerta poco después sonó y frunci el ceño, no sabia que papá esperaba a alguien, me levanté y abrí encontrándome con una hermosa chica de ojos grises.

—Emma.. —susurré. 

Ella sonrió y me hizo a un lado para poder entrar, ella lo hizo, estaba caminando de forma elegante y firme, ese conjunto que había comprado le quedaba hermoso, tenía el cabello recogido en una coleta no tan alta, arriba tenía una chaqueta blanca que combinaba perfectamente con su ropa y zapatos, en sus manos traía una bolsa enorme y en la otra su bolso de mano, su maquillaje era sencillo pero precioso.

—Buenas noches. —sonrió.

Los otros dos idiotas no hablaban solo se quedaron igual que yo mirando a Emma, mientras que ella sonreía leve, en serio estaba hermosa.

Papá llegó a la sala y saludó a Emma dándole un abrazo. 

—Pensé no vendrías..

—Como no iba a venir señor Nicollo, yo siempre cumplo mis promesas —sonrió—, tenga, le traje esto.

Papá recibió el regalo de Emma con una amplia sonrisa ella se quitó la chaqueta, papá la colocó en el perchero y pude ver como sus pechos sobresalían un poco de la blusa de tirantes y dejaban ver un poco de su abdomen ya que el pantalón era de cintura alta.

—O sea... Que tú.. tú ibas a cenar aquí ésta noche —Mika parecía idiota—, joder..

—Pues si, lo de Anthony solo fue una pequeña broma que no volveré a intentar —el tono de su voz era neutro y algo frío—, se ven muy bien.

—Tu estás hermosa —me acerque a ella—, joder claro que sí, estás preciosa.

—Lo se —sonrió—, tu padre fue muy amable de invitarme a cenar aquí —tomó aire—, la semana que viene será en casa de mis padres.

Le di un pequeño beso en sus labios, después ella se fue a la cocina a ver a mi padre, mire a Mika que aún seguía parado como imbécil mirando hacia la dirección donde Emma se fué.

—Prepárate amigo —reí—, tienes trabajo que hacer.

Y vaya que lo tenía, el tiene que aprender a controlarse y confiar un poco en Emma. Tendrá muchísimo trabajo tratando de conquistarla y convencerla, eso sí ella se lo pone difícil, sabemos que ella tiene un muy mal carácter.

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