Carlo:

Hoy se iba a celebrar el cumpleaños de Emma en la casa de sus padres, Jess nos avisó así que iríamos los tres a llevarle sus regalos y pasar un rato con ella, no sabíamos si ir sería lo correcto pero no queríamos que ella estuviera triste en su día especial.

Mi bonita está cumpliendo años y eso me emociona mucho, porque sería el primer cumpleaños que la pasaríamos con ella, esperábamos que vengan muchos más, por supuesto junto a ella.

Axel ha hecho lo que Emma le pidió, la llama una vez al día y hablan muy poco, ella le pidió que no le enviara mensajes ya que no se los contestaría, pero de igual forma lo hace para hacerle saber que la quiere, no la va a visitar ni puede besarla, le molesta no poder hacerlo, pero es algo que ella le pidió y tiene que hacerlo por más que no le guste.

Hoy estaba en el centro comercial junto con Axel y Mika buscándole su regalo.

—No entiendo ¿Por que dejan todo para última hora? —Mikael bufó.

—¿Será porque tú no trabajas? —Axel lo miró alzando una ceja.

Axel y Mikael ya se la están llevando bien, no como antes pero si bien, y yo pues.. Estoy en el medio de ambos -un gran dilema- Porque no queremos que el se aparte de Emma, no del todo.

—Yo trabajo hermano, solo que ahora estoy de vacaciones.. Yo ya le compré el regalo a mi amor —sonrio orgulloso.

—¿Y que es?

—Esperen a la fiesta.. ¿Que le van a comprar?

—Yo le compraré unos aretes con un collar, son de color azul —dijo Axel.

—¿Y tú Italiano? —Mikael me abrazó por los hombros y me dió un beso en la mejilla.

—¡Mikael! —lo empujé y el río junto con Axel— no hagas eso —me limpié la mejilla.

Soltó un chillido —¡Dios mío! ¿Escuchaste eso Axel? —el negó riendo— ese fue mi corazón rompiéndose —se limpió las falsas lágrimas—, se limpió el beso que le di.

—Idiota —Murmuré.

—No me llames idiota, Italiano tonto —rió— pero en serio ¿Que le regalarás?

—No lo sé —suspiré—, no tengo el dinero suficiente para comprarle un regalo que sea digno de ella.

—A ver a ver —Mikael me detuvo—, sabes que si necesitas dinero, puedes pedírmelo, aunque te cobre con intereses.

—A mi igual —habló Axel—, yo no te cobro intereses, así que tranquilo.

—No chicos —negué—, saben que no me gusta que hagan eso.

—¿Y que m****a importa? —habló Axel— somos tus amigos —Mikael asintió— para eso estamos, para ayudarte.

—Exactamente.. Podemos aportar algo para el regalo de Nuestra novia, prometo no llevarme todo el crédito —me guiño un ojo.

—Quiero regalarle algo sencillo, saben que Emma no es amante de los lujos —ellos asintieron.

—Bueno, yo olvidé eso —Mikael rió—, le compre algo costoso, supongo que tendré que comprar otro.

Bufé —Tu que tienes dinero —reí—, yo no sé que comprarle..

Seguimos caminando por las tiendas hasta que una llamó mi atención, era una tienda de artesanías, sin pensarlo entré y dentro de esta habían muchas cosas hechas a mano, me encantaba todo lo que veía.

—¿Puedo ayudarlo? —me preguntó una chica.

—Ah si —asentí—, quiero comprar un collar que tenga una rosa color azul ¿Tiene? —pregunté con esperanza.

—Si —asintió—, tenemos unos por acá, sígame por favor.

Y la seguí, me llevó hasta un estante dónde habían muchos collares, pero me llamó la atención uno que solo tenía una rosa azul en el centro, venía con dos aretes de rosa.

—Estos son hechos de madera —me lo mostró—, son tallados a mano.

—Me gusta este —sonreí— ¿Podría envolverlo?

—Claro que si.

Ella fue a envolverlo y pague el regalo, estaba seguro de que ella lo amaría. Luego me lo dió en una pequeña caja color negro y salí de la tienda, busqué a los chicos con la mirada pero no los encontré, busqué y busqué hasta que los ví salir de una tienda de ropa interior.

Me acerqué a ellos, Axel estaba completamente rojo.

—¿Que pasó?

—Bueno, que tú amigo acá presente le dió vergüenza comprar lencería para Emma —rió—, no puedo creerlo —negó—, me decepcionas Axel.

—No ves que vengo todos los días tonto —dijo sarcástico.

Reí —¿Que hacían metidos ahí?

—Quería comprarle una lencería a Emma y me arrastró con el —negó—, se supone que el regalo es para ella.

—Exacto, es un regalo de mi parte para que ella lo luzca esta noche para nosotros, bueno —palmeó el hombro de Axel—, no sé si estarás incluído ahí, Emma te tiene castigado amigo.

—No pues que consuelo —Axel rodó los ojos.

—No lo molestes Mikael —reí—, yo ya tengo el regalo.

Se los mostré y quedaron impresionados, espero que a Emma le guste.

—Yo compré lo que les dije —asentimos—, pero quise meter algunos libros para ella.

—Yo le compré un acetato de Los Beatles, hace unos días la escuché hablando con Jessie sobre eso —Mikael sonrió—, si eso es todo, vámonos, me tengo que poner guapo para mi novia.

—Nuestra —lo corregí.

—Como sea —rodó los ojos—, vámonos.

Más tarde..

Ya estábamos listos para ir a la fiesta de Emma, Axel estaba muy nervioso por verla y lo entiendo, aún siguen medio peleados. Debe seguir esforzándose mucho más. 

—De los tres, soy el más guapo y soporten —Mikael sonrió con superioridad.

Axel y yo reímos, definitivamente este hombre tiene demasiada seguridad en si mismo.

Los tres decidimos usar trajes sin corbatas, Mikael usaba uno negro, yo uno gris y Axel uno azul, tomamos los regalos y salimos del departamento de Mikael, subimos a su auto y el manejó hasta la casa de los padres de Emma.

—¿Creen que le agrademos a sus padres? —pregunté un poco nervioso. 

—Pues no lo sé, escuché decir al padre de Axel que son sobreprotectores con Emma —dijo Mikael—, yo los conocí en la universidad y me parecen que son buenos tipos, aunque el señor Julian me parece un poco escalofriante.

—¿Por qué? —Axel reía.

—No lo sé, seguramente son cosas mías —giro a la derecha—, llegamos caballeros, me pagan el servicio —nos señaló.

Tomamos los regalos y bajamos del auto de Mikael, caminamos hasta la entrada y Axel tocó, luego de unos segundos nos abrió una chica, se parecía mucho a Emma pero más joven.

—Ustedes deben ser los novios —sonrió—, mucha suerte, adelante.

Pasamos y vimos la enorme casa de los padres de Emma, todo estaba decorado en Azul y Blanco, habían algunas personas presentes, vimos a Kurt y Jessie, Mikael me dijo que habían algunos chicos de la universidad. Me siento extraño viendo a todos estos chicos. 

La madre de Emma se acercó a nosotros.

—Que bueno que hayan llegado —sonrió—, tu debes ser Mikael, su profesor.

—Mucho gusto señora Allen —estrecharon las manos—, pero hoy estoy como el novio.

Ella rió —Claro, vengan conmigo, voy a presentarlos a mis esposos.

Y ahí fue cuando empezaron nuestros nervios, seguimos a la señora Allen hasta donde estaban dos señores hablando con otro un poco mayor que ellos, ella les habló y los dos nos miraron a nosotros para después llegar.

—Amores, creo que ya los conocen, pero los tres son novios de Emma —ella sonrió y nos miró.

Los dos hombres nos miraron muy serios y juro por Dios que quería que la tierra me tragara y me escupiera en Italia o en la Patagonia. Joder, que miedo dan ellos dos. 

—¿Los tres? —uno frunció el ceño.

—Si —dijo ella— y más les vale no armar un escándalo en la fiesta de Emma, después hablamos con ellos.

—Ah claro que sí vamos a hablar con ellos —se cruzó de brazos el otro—. Esa niña no nos ha dicho nada.

—Emma ya está bastante grandecita Julian, por favor, no armes una escena de papá celoso ahora, es el día de nuestra niña.

—Bien —se rindió—, pero no sé salvan de esta —nos señaló a los tres.

—Ya Emma baja en un momento —ella sonrió—, ustedes dos, vámonos.

Se llevó a rastras a sus esposos mientras estos se quejaban.

Saludamos a los chicos y hablamos con ellos hasta que apareció la cosita más hermosa del mundo. Emma usaba un hermoso vestido color blanco con detalles azules y tacones no tan altos del mismo color, su cabello estaba suelto y tenía ondas en las puntas, su maquillaje era sencillo pero hermoso, sus ojos nos miraron a los tres, ella se acercó con una hermosa sonrisa.

Joder soy un maldito afortunado..

—Hola —sonrió.

—Wow —habló Axel— estás.. estás hermosa —dijo en un murmullo. 

—Hermosa es poco, fabulosa —Mikael sonreía como idiota.

—Más que hermosa.. —sonreí.

—Gracias —miró los regalos— veo que hicieron el trabajo, además de que estan muy guapos.

—Si —Axel carraspeó—, ten, feliz cumpleaños mi bonita. 

Ella se acercó a el y le besó la mejilla.

Mikael y yo le dimos los nuestros, ella hizo lo mismo, estábamos emocionados y felices de que estemos compartiendo su primer cumpleaños como pareja. 

Y espero que sean muchos más...