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Emily:

Estaba frente a ellos, sentada encima de Jamie, no sentía vergüenza, en realidad no quería sentir vergüenza.

Por un instante, solo un instante quiero que me toquen de una manera que no fuese cruel, que tomaran mi cuerpo de forma dulce y no brusca, quería sentirme deseada y amada,.olvidar por un momento lo que pasó hace años.

"mi bella marroncita, después de esto nadie querrá tocarte"

"estás sucia Emily, mírate das asco"

"estás sangrando de la vagina, que asco, así no podré follarte"

Esas muchas palabras más estaban resonando en mi mente, pero por esta noche, quisiera olvidarlo quiero sentir los besos de Jamie y Julian sobre mi cuerpo, que me deseen y me traten con cuidado, cómo siempre lo he deseado.

—Estoy muy segura de lo que quiero y lo que quiero es que me hagan suya esta noche.

—Mi Emily, mía solo mía —me dijo Julian en mi oído haciéndome estremecer.

Debajo de mi sentí la dureza de Jamie, rozaba mi sexo con mucha rudeza. 

Pero había algo, no tenía ni la más mínima idea de cómo hacer esto.

—No se cómo... Hacer esto —fruncí un poco el ceño.

—¿Eres virgen? —Jamie parecía sorprendido.

—No —desvié la mirada—, no soy virgen, pero no tengo experiencia en esto.

—Oh mi Emily preciosa —Julian tomó mi barbilla haciendo que lo mirara—, escuchar eso es una delicia, podré enseñarte muchas cosas.

Su mano seguía sosteniendo mi barbilla y me besó, un beso lleno de deseo y lujuria, cuando sus labios tocaron los míos sentí como me estremecí de pies a cabeza, corrientes eléctricas pasaban por mi cuerpo y sentí que iba humedeciéndome más.

—Jamás me voy a cansar de besar esos deliciosos labios —mordió mi labio inferior—, ahora nena, quiero que beses a mi hermano.

Parpadee varias veces, y el giro mi rostro hacia Jamie y lo besé, el me tomó de la nuca y profundizó el beso, su lengua dió paso dentro de mi boca y rozaba la mía quería tocarle la cara pero Julian tomó mis manos colocándolas detrás de mi.

Jamie me soltó del beso y yo tenía la respiración hecha un desastre.

—Hoy vamos a follarte cómo tú quieres, pero vamos a tratarte como una reina porque eso es lo que eres esposa mía —Jamie sonrió.

Colocó sus manos en mi espalda y sentí como bajaba el cierre de mi vestido, el cierre quedó abierto completamente y lo bajó dejando mis pechos al aire.

—Joder.. que hermosos pechos tienes —ambos los miraban con adoración.

Jamie pasó su dedo índice desde mi clavícula hasta el valle de mis senos, luego empezó a hacer círculos al rededor de mi pezón ya erecto por su tacto.

—Tu piel es hermosa, simplemente hermosa —Julian miraba mis senos.

Mi piel se erizó y cerré los ojos suspirando, me gustaba lo que estaba sintiendo.

Vamos Em, déjate llevar por ellos..

Jamie empezó a besarme el cuello, su lengua rozaba mi clavícula Julian me tomó del cabello sin lastimarme, alzó mi rostro y me sonrió coqueto.

Sentí como Jamie metió uno de mis senos en su boca sacándome un gemido fuerte.

—Tus gemidos son deliciosos —Julian me miró intensamente aún me sostenía el cabello.

Jamie hacía círculos al rededor de mi pezón con su lengua, mientras que Julian me besaba y lamía mis labios, sus besos eran intensos y posesivos, saqué mi lengua y el la succionó con fuerza haciéndome gemir en su boca.

—Joder, que delicia —escuché a Jamie.

Sentí como Jamie rompió en dos mi vestido dejándome solo en bragas, jadee sobre los labios de Julian y el se separó de mis labios.

—Quiero esas bragas para mí —me dijo Jamie mordiéndose el labio—, no las voy a romper preciosa.

Julian me bajó del regazo de Jamie dejándome de pie frente a ellos, ambos hombres me miraban el cuerpo de arriba a abajo, sus sonrisas hacían que humedad creciera más y más.

De repente ambos fruncieron el ceño y se acercaron más a mi.

—¿Esto es una cicatriz? —Me preguntó Julian.

M****a, mi cicatriz.

—Fue un accidente cuando era niña —sonreí nerviosa.

—Es enorme.. —Jamie pasaba su dedo sobre ella.

Y si, aquella cicatriz era enorme, me la habían hecho ellos cuando intenté defenderme.

Ellos desviaron el tema, cosa que agradecí infinitamente.

Jamie se arrodilló y su rostro quedó en mi abdomen, colocó sus manos en la liga de mis bragas y lentamente las deslizó hasta mis pies, lo hacía sin despegar sus ojos de los míos, levanté un poco los pies para sacar las bragas. El me sonrió de lado y le dió un beso a mi vientre.

—Te ves aún más hermosa desde aquí.

No podía hablar, estaba perdida en sus ojos, esos ojos que me miraban de manera intensa.

Mire a Julian y este estaba sentado en el sofá mirando todo lo que hacía Jamie, en su mano tenía una cerveza y la bebía mientras sus ojos oscuros me miraban con deseo.

—Quiero que la hagas correrse, hermano.

Jamie sonrió con la orden de Julian, metió la mano en mis rodillas e hizo que abriera un poco las piernas, sentí su aliento en mi intimidad.

—Quiero que me mires mientras mi hermano te come ese coño preciosa —bebió de su cerveza.

Ahogué un gemido cuando Jamie empezó a pasar la lengua por mis pliegues, con cuidado metió sus dedos dentro de mi humedad abriendo mi vagina, mis ojos no se despegaban de Julian quien se frotaba su entrepierna por encima del pantalón.

La lengua de Jamie llegó hasta mi clítoris y ahí fue donde no pude callar mis gemidos, tomé su cabeza queriendo más de el dentro de mi, su lengua hacía círculos en mi clítoris mientras me penetraba con sus dedos.

—¿Te gusta? Dime Emily.. —Julian usaba su voz ronca.

—Si —dije en un hilo de voz.

—Tienes prohibido cerrar los ojos, quiero que me mires, quiero ver cómo te corres en la boca de Jamie —dijo fuerte.

Jamie metió su boca dentro de mi y empezó a penetrarme con la lengua, en ningún momento mis ojos dejaron de ver los de Julian.

Siguió y siguió lamiendo y succionando mi clítoris hasta que sentí una molestia en mi vientre ahogué un grito y me corrí, lo hice en la boca de Jamie, el gustoso estaba probando mi orgasmo, sacó los dedos de mi y lamió mi vagina, se levantó y me sonrió mientras de lamía los labios, metió sus dedos dentro de mi boca y sentí el sabor de mi orgasmo en mi boca.

—Prueba tu orgasmo nena, es delicioso.

Chupé los dedos de Jamie mientras seguia viendo a Julian.

—Ven aquí —palmeó sus piernas—, voy a enseñarte a que Montes a tu hombre.

Caminé hasta el, las piernas me temblaban un poco debido a mi orgasmo. 

—¿Eres mi hombre?

—Si preciosa, soy tu hombre, completamente tuyo —sonrió de lado—, arrodíllate y abre mi pantalón.

Que me mande me gusta mucho, así que sin pensarlo obedecí, me arrodillé frente a el y empecé a quitar su cinturón, después de quitarlo desabroché el botón de su pantalón.

—Saca la polla de tu hombre —ordenó.

Y así lo hice, se la saqué y ya estaba erecto, en la punta tenía líquido pre-seminal, su glande estaba rodado e hinchado. Su pene era enorme y grueso, me relamí los labios con ganas de probarlo.

—¿Quieres probarlo? —asentí— bien, hazlo pero cuidado con los dientes.

Y lo hice, pasé mi lengua por su glande pensando en que si lo haría bien. Y lo introduje en mi boca sacándole unos suspiros, con mi boca subía y bajaba lentamente, sentí arcadas pero no me detuve, Julian hizo que me detuviera y con su pulgar rozó mis labios, yo aún seguía arrodillada ante el.

—Montame.

Me levanté y me subí a su regazo, el sostuvo su pene y poco a poco lo metió dentro de mi, sentí dolor por un momento pero ya después pasó y por inercia empecé a moverme encima de el.

—Oh Joder —gemía—, se siente tan bien estar dentro de ti.

Tomó mis mejillas mientras que seguía saltando sobre el, yo coloqué mis manos en sus hombros y moví más mis caderas, los gemidos de Julian era lo mejor que he oído.

—Follala —le dijo a Jamie.

Escuché ruidos detrás de mi mientras seguía montando a Julian.

Sentí como Jamie se colocó detrás de mi, pare de moverme y sentí como rozaba sus dedos en mi trasero.

—Voy a follarte ese lindo culo preciosa —me azotó— seré cuidadoso, al principio.

Por un momento me tensé y sentí como echaba lubricante justo ahí, se sentía caliente. Luego sentí como poco a poco entraba en mi, me dolió como la m****a pero después pasó.

Cuando empecé a moverme hacia atrás buscando más de Jamie, el empezó a embestirme suavemente hasta que me acostumbré a su tamaño, después ambos empezaron a embestirme de forma ruda y al mismo tiempo.

—Ah nena, estás tan apretada, solo mía —sentí el aliento de Jamie en mi oreja—, estás deliciosa.

Jamie me sostuvo del cabello haciendo una coleta y Julian me sostuvo del cuello mientras me penetraban, la boca de Julian de abría mientras echaba su cabeza hacia atrás, detrás de mi escuchaba los gemidos de Jamie. Esto era la gloria.

—Ah si, así.. —gemí más fuerte.

—Mierda, voy a correrme...

En la sala se escuchaba solo el sonido de nuestros cuerpos chocando, ellos seguían embistiéndome mientras me tocaban, Jamie masajeaba mi clítoris ya hinchado y Julian jugaba con mis pezones. Luego de un rato lleno de embestidas y gemidos guturales sentí como mi.vientre se contrajo.

—Ah nena tu coño aprieta tan bien mi polla, vamos córrete para tus hombres, correte preciosa —Julian me tomó del mentón.

Me moví más hasta que arquee mi espalda y exploté en mi segundo orgasmo, recargue mi cabeza en el hombro de Jamie, ellos se tensaron y al mismo tiempo se corrieron dentro de mi.

Pasó un momento, tratando de recuperar el aliento y ambos salieron lentamente de mi.

—Eso ha Sido... Joder, fue increíble —Jamie decía agitado.

Poco a poco sentí mi cuerpo pesado, estaba aún encima de Julian.

—Voy a llevarla a la habitación —escuché a Jamie.

Mientras abría y cerraba los ojos Julian tomó mis mejillas y lo ví sonreír, me dió un beso en los labios y pasó su pulgar por estos

—Hay Sido la mejor noche de mi vida, ve a dormir esposa mía... Eres maravillosa.

Sentí como Jamie me cargó y camino conmigo por el pasillo hasta llegar a la habitación,.no sé si era la mía o la de ellos, solo se que sentí como me recostó sobre la suave cama, empecé a relajarme y cerrar los ojos.

—Descansa esposa mía —besó mi frente— eres perfecta para nosotros sin duda.

Y con eso cerré los ojos disfrutando de la sensación, aún sentía sus besos sobre mi cuerpo..

Se sentía de maravilla..

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