Emily:
Hoy estaba trabajando como de costumbre, regrese al departamento antes de tiempo ya que en casa de mis padres no me sentía para nada cómoda, me sentía observada, solo quería salir de ahí, así que le inventé una excusa a mis padres para poder regresar.
Mis padres no saben absolutamente nada sobre lo que sucedió hace tres años con Andy, de hecho nadie lo sabe excepto mis amigas, una noche borracha les conté por lo que había pasado, luego me arrepentí de eso, pero después me entendieron y me apoyaron en mi situación.
Hace tres años empezó mi repulsión hacia los hombres y algunas mujeres, claro, jamás en mi vida había experimentado lo que pase aquella noche hace tres años, ella y Andy fueron los seres más repulsivos, me lograron quebrar y derrotar tanto por dentro como por fuera, me costó una eternidad poder surgir de nuevo, podría decir que aún siento miedo de que el vaya a venir por mi y me lastime de nuevo, no quisiera pasar por ese martirio de nuevo.
Sigo pensando en la oportunidad que les di a los Allen, no estoy segura de que si hice lo correcto, pero está vez decidí arriesgarme, aún me siento cohibida por ellos, a veces me intimidan y otras me causan ternura.
Tanto Jamie cómo Julian han cambiado mucho, ya no pelean ni se quejan del porque están trabajando para su padre como obreros, ya no escucho como pelean por vivir en el departamento, se han conformado con lo que tienen y eso me ha agradado mucho, me gusta mucho como han sobrellevado su situación y eso me hace pensar que siempre han Sido buenas personas.
—Emily, ya puedes irte —el señor Allen me sonrió.
—Que tenga buena noche señor Allen.
Y sin más salió de la oficina, mi relación con el señor Allen es muy buena, siempre me pregunta cómo sus hijos se portan conmigo y demás, el es un buen hombre, lástima que en el pasado haya cometido errores con sus hijos, ahora tiene que llevar las riendas de su construcctora solo ya que dice que sus hijos aún no están capacitados para llevar un puesto tan importante pero no descarta la idea de ponerlos al frente de la misma.
Tomé mis cosas y salí de la constructora, esperé un poco hasta que llegó el bus, cuando subí recibí una llamada, era Sasha.
—Em ¿Ya saliste del trabajo?
—Si ¿Por que? Justo iba al departamento.
—Ven al nuestro por fis... Hace semanas que no te vemos, queremos cenar las tres juntas ¿Que dices?
Y tiene razón desde que mudé con los Allen no he tenido tiempo de ver a mis amigas.
—Bien, en unos minutos estoy allá —ella me contestó con un "está bien" y colgué.
Minutos después llegué al edificio donde antes vivía con ellas, subí al piso y entre al departamento, ellas decidieron que conservara la llave por si deseaba regresar.
—¡Em! —Julie me abrazó—, que bien que viniste.
—No podía rechazar a verlas —saludé a Sasha— cuéntenme ¿Cómo están?
—De maravilla mi hermosa Em, ya sabes solo trabajando y trabajando ah... Y trabajando —reímos— ¿Qué hay de ti?
Les conté a detalles de como avancé en la convivencia con los Allen, cómo se han portado conmigo, la noche de la cena cuando ambos me besaron, cuando me confesaron que les gustaba y que querían conquistarme, la visita de mis padres y el encuentro con Andy.
—¿Te dijo eso? —Julie lucía molesta.
—Si —suspire—, por suerte salí del lugar antes que me dijera otra cosa.
—En definitiva ese hombre es un animal, te juro que si hubiésemos sido amigas en aquel entonces, creeme que lo hubiese castrado —Dijo Julie sería.
—Creeme que lo haría —Sasha asintió.
—No entiendo cómo es que ese hombre sigue libre después de lo que te hizo —ella negaba.
—Porque tiene poder e influencias, sabes que siempre sería mi palabra contra la suya —suspiré—, muy fácil podría fabricar pruebas en mi contra o perjudicar a mis padres, sabe que ellos son mi debilidad. Saben que jamás me atreví a denunciarlo por miedo.
—Yo aún creo en la justicia —dijo Sasha—, tarda pero llega y estoy muy segura de que a él le llegará su hora y creeme que sufrirá más de lo que sufriste tu.
Aún me dolía saber que el seguía como si nada hubiese pasado.
—Entonces los Allen quieren conquistarte —Julie cambió de tema y se lo agradecí.
—Pues si, pero saben que a mí asusta pasar lo mismo que pasé hace años —hice una mueca.
—Em, pero ellos no son Andy, está más que claro que todos los hombres no son iguales —asentí— y si ellos están haciendo un gran esfuerzo por cambiar sus lujos y adaptarse a su nueva vida, creeme que van en serio, por lo que nos contaste han sido mimados desde niños ¿No es así? —asentí de nuevo—, y pues ahora están cambiando su forma de vivir y ver las cosas, eso es muy bueno... Por que los has cambiado de a poco, no le temas al amor querida Em —Julie tomó mis manos— y si no funciona pues te ayudaremos a reparar tu corazón.
Sonreí. De verdad que me alegra tener amigas como ellas en mi vida.
—Gracias en serio —las abracé.
Hablamos un poco más y cenamos a gusto, la verdad me hacía mucha falta hablar con ellas y que me dieran algún consejo, lo necesitaba.
Luego de la cena me despedí de ellas y fui hasta el departamento donde vivo, cuando llegué, me encontré con Jamie en la sala, estaba solo viendo TV, al verme se levantó y llegó hasta mi.
Usaba un pantalón de chandal blanco con una musculosa, podía ver sus brazos tatuados.
—Emily, estaba por llamarte, era tarde y no llegabas.
—Lo siento —reí avergonzada—, estaba cenando con mis amigas y olvide por completo avisarles que llegaría un poco tarde.
—Bueno, ya estoy mas tranquilo que estás aquí.
—¿Y Julian?
—Se fue a dormir hace cinco minutos —sonrió leve—, hoy trabajo más que yo, así que no resistió y cayó dormido.
Solo asentí.
Jamie se acercó más a mi hasta quedar muy cerca de mi rostro.
—Deseo besarte, pero no quiero ser un idiota y arruinarlo haciéndolo sin tu consentimiento —acarició mi mejilla.
Cerré los ojos perdiéndome en su tacto, su mano era muy suave y enorme.
—Me gustas mucho Emily —lo oí susurrar.
Abrí los ojos y lo observé, mi mirada bajó a sus labios, quería besarlo pero me asustaba hacerlo, jamás he tenido la iniciativa de nada.
Vamos Em, besalo...
Me acerqué más a él y uní mis labios con los suyos, de una vez metió la mano en mi nuca uniéndonos más en el beso, su otra mano se posó en mi cintura y las mías solo sostuvieron sus mejillas.
Sus labios son suaves y un tanto gruesos, poco a poco intensifique el beso haciéndome jadear, pero reaccioné y me aparté de el sin ser brusca.
—Yo.. —me interrumpió.
—Fue el mejor beso del mundo —me sonrió.
—Me gustas Jamie —salió de mi boca, al parecer eso le sorprendió un poco.
—Escuchar eso salir de tus labios, es magnífico, ya se que te gusto —sonrió achinando sus ojos, se veía tierno—, pero seguiré conquistándote día a día hasta que aceptes estar conmigo o bueno... Con nosotros.
—Pero ya estamos casados —seguiamos abrazados.
—Pero no de la mejor manera, queremos hacer las cosas bien, ya sabes, ir de a poco contigo sin presiones.
Se separó de mi dejándome un vacío, pero no sé lo digo.
—Eres nuestra esposa, si, vivimos juntos, eso está bien, pero... Queremos que nos quieras al menos, se que si le echamos ganas lo lograremos, tendrás un poco de trabajo con Julian ya que el no suele mostrar sus sentimientos —rió leve—, pero se que a él le gustas tanto como a mi.
Me dió un corto beso y se fue a la habitación, yo solo me quedé pensando en ese beso que me dió o bueno, que yo le di.
Suspire y me fui a mi habitación, me tire a la cama y suspire pensando en si dejar que mi corazón se enamore esta vez de verdad.
Quiero hacerlo...