Hardin...
Ya no podía disimular mi semblante de angustia. ¿Qué le estaba pasando a mi mujer? ¿Y por qué aún me miraba como si yo fuera todo lo que tenía en el mundo, incluso después de lo que la oí hablar con su mejor amigo? Sabía que ya no había admiración. Y la lastimé, y la abandoné en los peores momentos, y por más que ella se sintiera culpable por juzgarme también, sabía que yo había sido un canalla desde el principio.
Miré a la médica que sostenía su portapapeles en la mano. Él también parecía sorprendido por lo que estaba sucediendo allí. Livy hablaba como si aún perteneciera al pasado. La cabeza... Livy se golpeó la cabeza. ¿Y si se queda así para siempre? No, yo no soportaría eso. Sería mi castigo más cruel.
—¿Qué le está pasando? ¿Por qué está hablando de esa manera?
Ella me encaró. —Las cirugías neurológicas pueden dejar a los pacientes muy confundidos. Necesito hacer algunas pruebas más. ¿Podrían...? —Indicó la salida.
Yo anduve primero. No soportaba ver aquellos ojos conf