La bodega estaba completamente vacía. El muchacho que estaba prestando la seguridad me observó detenidamente.
— ¿Necesita que le ayude en algo? — me preguntó.
Entonces yo di dos pasos al frente, entrando al lugar. No había absolutamente nada, nada más que una bodega vacía y abandonada. Podía ver cajas de cartón tiradas por todas partes, pero no algo que realmente pudiera considerarse sospechoso.
— ¿Qué había aquí antes? — pregunté.
El muchacho negó.
— La verdad no lo sé. Apenas comencé a trabajar hoy aquí. Cuidaba uno de los almacenes de Vital cerca del centro y me trasladaron. Así que no lo sé.
— ¿Quién te trasladó?
— El líder de los recursos humanos.
Sospechoso. Que simplemente hubiera encontrado un almacén con cualquier cosa — con medicamentos caducados o con algo referente a la farmacéutica — , pero de plano no encontrara absolutamente nada, no era normal. A menos que… a menos que sí hubieran tenido algo que ocultar y, con la reciente invasión de Alana, no hubieran tenido