RACHEL MONROY
—Bueno, ya confirmamos por qué no podíamos comunicarnos con Rachel —dijo Damián mientras se rascaba la barbilla.
—¿A qué te refieres? —pregunté confundida, frunciendo el ceño.
—Cada vez que llamábamos a tu número, nos contestaba Alexei diciendo que estabas dormida u ocupada. Siempre dando a entender que tú estabas con él, que tenían una relación —contestó Shawn a mi lado, viéndome con intensidad.
—¿Cuándo intervino mi teléfono? —insistí frustrada, haciendo memoria. No hubo un momento a solas que fuera significativo. Siempre huía de él con pretextos tontos, y aun así lo hizo.
—Lo preocupante aquí es… ¿por qué? —dijo Lucien viendo entre sus dedos el pequeño transmisor.
—Tal vez porque ella era una de las abogadas que llevarían el caso de la empresa —intervino Damián, aún pensativo.
—Nah… —bufó Lucien destrozando el dispositivo al frotar sus dedos, haciéndolo polvo—. Algo me dice que lo de tu empresa solo es un pequeño distractor del cual pueden sacar dinero, hay algo m