LUCIEN BLACKWELL
Cuando llegué al área de terapia intensiva, no vi a Damián en el pasillo, pero sí a la gente moviéndose inquieta, los doctores y enfermeros parecían querer poner en resguardo a los pacientes mientras que los policías se mantenían cerca y radiando. ¿Tendría que ver el rubio pollito corriendo por los pasillos con un arma en la mano o se trataba del pelinegro sexy y elegante con un bebé que aparentemente no era suyo?
—¡Matarnos no cambiará nada! —gritó alguien desde dentro de la habitación donde en teoría Andy debería de estar en recuperación y lo supe, las cosas estaban de la mierda.
Me acerqué, sintiendo la mirada curiosa de mini Andy, balbuceando como si quisiera explicarme su ex