MOLLY DAVIS
—Creo que el auditor francés está jugando sucio —dije con la mirada perdida, mientras que la de Cinthia seguía clavada en mi rostro—. Está coludido con los Makarov. Por su culpa yo estoy aquí y no solo eso, está intentando arruinar todo. Acabará con el poder de los auditores y su privacidad. ¡Es una amenaza!
—¿Qué? No puede hacer eso, no solo atentaría contra ellos, sino también contra él mismo —dijo Cinthia arqueando una ceja y apoyando ambas manos hacia atrás, sobre el colchón.
—Creo que verlo haciendo negocios con los Makarov sería suficiente prueba de lo que digo, ¿cierto? —Me puse de pie y posé ambas manos en mi cintura, mientras ella se encogía de hombros.
—Sí, puede ser… —respondió con apatía.
—Pues justamente