Capítulo 36. La calma antes del huracán.
Derek.
La alfombra roja se extendía con elegancia frente al salón principal del hotel, iluminada por reflectores y flanqueada por decoraciones que anunciaban la magnitud del evento. Derek avanzaba con paso firme, aunque internamente sentía que cada metro recorrido lo empujaba a una zona emocionalmente inestable. Su mirada recorría con disimulo a los presentes, como si inconscientemente buscara una silueta conocida entre la multitud.
Los saludos comenzaron tan pronto cruzaron las puertas. Figuras influyentes del mundo del marketing, ejecutivos de las empresas más importantes del país, antiguos socios y competidores se acercaban a estrecharle la mano. Derek recuperó su temple habitual, ese que usaba como armadura en el mundo corporativo. Sabía cómo moverse, cómo hablar, cómo impresionar. Su carisma natural y su posición como CEO le daban autoridad.
—Winston, viejo amigo, ¡Sabía que no te perderías esto! —exclamó uno de los directivos de una firma europea, dándole una palmada en la espa