Capítulo 27. Corazón roto.
Ellen.
Ellen sintió como si algo dentro de ella se quebrara con un crujido seco y cruel. La desilusión la invadió como una marea oscura, tan intensa que le fue imposible hablar por un instante. Sus manos temblaban levemente sobre sus piernas y la garganta se le cerraba, tragando una verdad amarga: él había dudado de ella. Bastó un mensaje, una frase anónima, para que el hombre al que amaba se cuestionara la paternidad del hijo que llevaban esperando con ilusión.
—No puedo creer que me estés preguntando eso...—susurró finalmente, su voz cargada de un dolor apenas contenido. No había ira, al menos no en ese momento. Era algo más profundo. Era tristeza.
Derek bajó la mirada, incapaz de sostener la intensidad del reproche que emanaba de sus ojos.
—No debería afectarme—continuó ella, más para sí misma que para él—. Pero lo hace. Porque pensé que confiabas en mí, Derek. Pensé que después de todo lo que vivimos... ¡Dios, pensé que sabías quién soy!
Se levantó del sofá, incapaz de quedarse s