Capítulo 26. Un mensaje nuevo.
Derek.
El sonido apagado de los tacones de las mujeres contra el suelo de cemento pulido resonaba en la sala de reuniones, mezclándose con las voces y murmullos mientras Ellen presentaba su proyecto ante el comité. Derek, sentado en el extremo de la larga mesa de roble, apenas escuchaba las palabras que su amada pronunciaba con pasión. Su atención, por primera vez en mucho tiempo, estaba dividida.
Había pasado una semana desde aquella discusión amarga, un eco aún fresco en su memoria. Los celos, tan irracionales como incómodos, lo habían traicionado aquella vez. Para redimirse, había adelantado su regalo: un departamento nuevo, a estrenar, donde ambos podrían construir su hogar desde los cimientos, eligiendo juntos cada detalle. Ver la sorpresa en los ojos de Ellen había sido como respirar aire puro tras una tormenta.
La casa compartida ahora parecía un refugio cálido. Las risas habían regresado, las cenas improvisadas y las miradas llenas de promesas. Sin embargo, Derek, atento y se