Jessy lloraba, impotente. Trató de arrastrarse fuera de la cama, pero el dolor la dejó en su lugar.
—¡Estás completamente desquiciado!
Su única fuerza era mirar a su bebé y prometerle, desde su interior, que la sacaría de allí. Que escaparía. Que no dejaría que ese loco las separara de su verdadero hogar.
—Si...eso me dicen, pero es una mala costumbre mía. Lo que me gusta lo tomo a como de lugar. Y tú bonita, me gustas muchísimo. Te dejaré descansar. Pasaré más tarde.
Jessy sollozaba tratando de contener el dolor. Sabe que debe buscar una forma de salir de allí a como de lugar.
Mientras tanto, en la clínica, Peter caminaba de un lado a otro en la sala de espera. Habían pasado horas y nadie le daba respuestas. Había ido a administración para hablar con el director del hospital. Y siempre estaba ocupada, supuestamente había dado su declaración a la policía.
Cuando la voz de Ethan respondió al otro lado de la línea, Peter tragó saliva. Había visto algunas llamadas perdidas así que le dev