Capítulo 63.
—No tienes derecho a decir eso, Noelle —la mujer que nadie podía alterar se giró hacia él, con los ojos ardiendo en rabia, pero no se permitió una sola lágrima. —No tienes…
—Eras el hombre que yo amaba y ella mi mejor amiga, Clifford, ¿no tengo derecho? —por primera vez le llevó la contraria. —¿Sabes lo que sentí cuando dijiste que nos amabas a las dos?
—Noelle, te sigo amando— trató de tocarla y ella dio un paso atrás. —Te amo cómo el primer día.
—Tu manera de amar es asquerosa— observó a Harper. —Te recibí la noche que tu padre llevó a Rowena a la casa. Naciste allí.
—Cariño…
—No vuelvas a llamarme así— elevó la mano para silenciar a su esposo. Su gesto se cayó al ver a la pelirroja. —Se me prohibió el divorcio, me impusieron cuidarte y callar. Yo te culpé y tú necesitabas cuidados.
—La odiaste todos estos años, por medio de mí— dedujo Harper, Noelle negó, limpió la lágrima solitaria y sacudió la cabeza con una negativa.
—Te quise culpar, cómo hicieron todos, pero Edison