Capítulo 247.
Minutos antes…
El aire en la azotea era un horno con sus paredes apenas sosteniendo la presión, donde el polvo, la sangre y el estruendo de la batalla recién detonada se mezclaban en un silencio denso, apenas contenido por el rugido distante de helicópteros avanzando, como si el mismo apocalipsis se acercara.
Las hélices cortaban el cielo como guadañas, levantando el polvo que giraba en espirales alrededor de los dos hombres que apretaron sus puños con rabia pura. No había más que decir, ya todo se sabía del otro.
Valente dio el primer paso.
Las pequeñas rocas crujieron bajo sus botas al tiempo que sus nudillos tronaban como si anunciaran la apertura de tal contienda. Mateo no se movió sin antes quitar la tensión de su cuello, con la ira sombría en sus pupilas, no se preparó de otra forma. No necesitaba hacerlo. Dos enfrentamientos anteriores con él y cientos con otros le daba la firmeza de un obelisco maldit0, mirando de frente como si pudiera ver la furia que hervía dentro de su op