Me despido para siempre de Bedford Hills y me preparo para comenzar mi nueva vida. Fijo la mirada en los alrededores. Quién iba a pensar que, en pleno corazón de este hermoso bosque lleno de árboles frondosos y espesa vegetación; se esconde uno de los lugares más terribles y crueles del mundo. Debo agradecer a Dios, por haber puesto en mi camino a una mujer tan maravillosa como Briseida. No sé qué habría sido de mí si ella no hubiera estado allí para protegerme.
―Mi nombre es Terry, señorita McAllister. Terry Malone ―aparto la mirada de la ventana y la fijo en el retrovisor al escuchar la voz del chico que me acompaña―. Podemos detenernos si le apetece comerse algo. Nos tomará un poco más de una hora para llegar a Brooklyn.
Niego con la cabeza. Deseo llegar cuanto antes.
―No, si no hay ningún inconveniente para ti, preferiría continuar con el recorrido sin realizar ninguna parada ―respondo con premura―. Estoy ansiosa por llegar a mi destino.
Meto la mano en el bolsillo de mi falda