Capítulo 102.

Me costó mucho quedarme dormida después de descubrir la "pequeña mentira" de Natalia. Ni siquiera pude hablar con Calen, ya que él sí que durmió aquella noche, y como un tronco para ser más exactos. Yo, en cambio, no dejaba de pensar en todo. En Elías. En Natalia. En las implicaciones que traería lo que acababa de descubrir.

Me desperté temprano, o más bien fue Hugo el que me despertó, pero ya que lo había hecho, aproveché para hablar con el Consejo y ver cómo iban las cosas en el Sur tras mi partida. Susana me actualizó con eficiencia. Me dijo que las aldeas estaban tranquilas, que el suministro de medicinas a la zona Este se había estabilizado, y que la manada White Moon había acogido a nuevas refugiadas. Me sentí orgullosa. Algo estábamos haciendo bien.

Después de arreglar dos pequeños conflictos internos, decidí que no podía postergar más la conversación que tenía pendiente con Calen.

Fui hasta su despacho y, por el camino, me encontré con dos sirvientas que esta