Capítulo 58. Un nuevo amanecer.
Capítulo 58. Un nuevo amanecer
Pov Clara:
Dicen que cuando cae un tirano el aire se vuelve más ligero, que los pájaros cantan más fuerte, que hasta las flores se atreven a florecer. Yo no sé qué libros leen esas personas, pero a mí lo único que me llegó fue el apestoso olor de Henry en cadenas, sudor rancio y un tufo de “todavía creo que soy importante” que me daban ganas de vomitar.
Sí, lo logramos. El gran monstruo, el tipo que juraba que era eterno, terminó con las muñecas atadas y arrastrado como cualquier criminal de poca monta. Y yo, la “niña” que según él nunca iba a poder con su poder oscuro, fui la que le cerró la boca. Literalmente. Le sellé la corrupción como quien tapa una cañería vieja: con fuego, magia y un poco de rabia acumulada.
Pero no me quedé ahí. La justicia necesitaba un toque final. En el juicio, mientras todos lo miraban con miedo o desprecio, yo tomé la palabra. No iba a permitir que alguien así siguiera respirando el aire de este mundo. Decidí que H