Capítulo 96.
Capítulo 96.
—Necesito que pongas a tus hombres en marcha. Paul está allí, lo han visto y me temo que está buscando aliados allí.
Calen alzó una ceja y se quedó pensativo durante unos segundos, como si estuviera evaluando todas las opciones. Él era el mejor estratega de todos y lo había demostrado con creces.
—¿Paul, está en mis tierras?
—Sí. Los ancianos me han dicho que lo vieron por allí, pero que cuando intentaron capturarlo, él ya había desaparecido otra vez. Calen, si está allí, tú tienes a los mejores rastreadores y tú mismo conoces el reino mejor que nadie de aquí.
—Está bien. Llamaré ahora mismo a Alexander y él se encargará de mandar a los mejores rastreadores. ¿Recuerdas cómo te encontramos a ti...? —respondió y comenzó a reír.
—¡No es gracioso! Pero, en tu defensa, debo decir que gracias a ellos diste conmigo y me salvaste de mi padrastro.
Pasado un rato dejó de reír y, hasta que no lo hizo, la mala leche no desapareció de mí. Nunca me habían gustado las bromas y él