La situación en la clínica era tensa. Comenzaba la operación de Ernesto, y la ansiedad se sentía en el ambiente. Mercedes estaba profundamente afligida; no tenía capacidad de hacer otra cosa que esperar el resultado de la cirugía. La preocupación por Ernesto la consumía, especialmente al saber que no tenía a nadie más que pudiera hacerse cargo de él después de la operación. Tenía miedo de cómo reaccionaría al enterarse de la amputación de su pierna. Sus sentimientos eran un torbellino; sentía que debía apoyarlo en todo, además de que su amor por él la atormentaba al saberse no correspondida.
Sin embargo, había algo más que la inquietaba: su responsabilidad en la empresa Ripoll y el restaurante. Aunque Úrsula estaba a cargo de este último y estaba desempeñando un buen trabajo, la mayor responsabilidad recaía sobre Mercedes. ¿Cómo podría regresar a trabajar con todo el conflicto que estaba ocurriendo en ese momento?
Grecia y Guillermo la observaban con preocupación.
—Mercedes, d