74. Eres mi papá
La noche fue una completa tortura y me molesta que un día que parecía que iba a terminar siendo perfecto se viera dañado por personas inescrupulosas.
A estas alturas ni Gabriel ni yo dudamos que Elena esté detrás de todo. Parece que, como ella misma dijo, se ha quitado la máscara. Sin embargo, lo que no podemos dejar de preguntarnos es por qué. Aunque Gabriel la enfrentó, ella parecía dispuesta a seguir jugando su papel. Lo que nos lleva a pensar que, de alguna manera, supo que el señor Frederick le ha dicho la verdad a Gabriel. Esa es una de las razones por las que él apenas ha entrado al apartamento, al que ya me vine con Samuel, luego de haber salido corriendo en la noche junto a Iván hacia el hospital donde trasladó a su padre.
Estoy en la sala, con una taza de café ya fría entre las manos y las cortinas apenas abiertas dejando colarse los primeros rayos de sol, cuando lo veo entrar.
Se ve... agotado. Su rostro luce más demacrado que nunca, con la camisa arrugada, el cabello alboro