Esa noche, luego de hacerle el amor a su esposa, Marcos inició una conversación algo incómoda. Comenzó preguntándole sobre la consulta médica y la bebé, Laura respondió con entusiasmo.
—Todo está perfecto. El médico dice que nuestra bebé cumple cin todos los requerimientos de peso y tamaño acordes a la etapa de gestación.
—¿Y Marta? ¿Cómo se siente?
—Bien. —contestó elevando sus hombros— Bueno eso es lo que me ha dicho.
—¿Puedo preguntarte algo?
—Claro mi amor, lo que tú quieras. —dijo ella besando escuetamente sus labios.
—¿Le cuentas a tu amiga sobre nuestras intimidad? —preguntó él en tono serio.
Laura guardó silencio.
—No —contestó evasiva.— ¿Por qué me lo preguntas?
—Porque no me gustaría saber que lo haces. Lo que pase dentro de nuestro matrimonio, bueno o malo, no tienes porque compartirlo con ella aunque sea tu amiga. Es nuestro, es íntimo —aseveró.
—Claro, claro. Estoy de acuerdo contigo. —balbuceó ella.
—Gracias —contestó él y se levantó de la cama.— Voy a ducharme