La junta directiva de la sede argentina estaba programada para dentro de 72 horas. Los informes financieros, las propuestas de reestructuración y la nueva línea de inversión de capital estaban en revisión, y Adrián había dejado algo muy claro:
—Quiero que Sofía sea quien presente todo.
Había sido una decisión directa, sin filtros. Algunos lo miraron con desconfianza, otros con interés, pero Sofía simplemente asintió, sin vanidad, sin falsa modestia.
—Voy a hacerlo bien.
Y lo hizo; pasó los siguientes días entre documentos, presentaciones, reuniones privadas con Adrián y su equipo legal. Era la primera vez que sentía como todo su dolor, y toda su paciencia, estaban siendo redirigidos a algo más grande que una simple revancha. Una causa propia.
°°°
Nicolás comenzaba a caminar en círculos dentro de su propio infierno. Las acciones caían lentamente, su presencia pública estaba en duda, y lo peor, nadie le temía como antes.
Había intentado contactar a periodistas para desment