Capítulo 60
La conversación con su madre había dejado a Sofía con una nueva claridad. Ella ya no se sentía como la mujer rota que había huido en pasado, ni aquella que cargaba silenciosamente el peso del dolor y los secretos. En ese hospital, mientras esperaba con su madre la llegada de Thiago y Gael, sentía dentro de sí una renovada determinación. Se había propuesto proteger su familia y a los que amaba, sin importar cuántos fantasmas intentaran arrebatarle la paz.
El sonido de unos tacones resonando contra el piso estéril del pasillo hizo que todo su cuerpo se tensara. No necesitaba voltear para saber quién era su excesivo perfume invasivo, la delataba ante cualquiera. Además, esa seguridad arrogante con la que caminaba y la mirada venenosa que siempre buscaba clavar en su piel como un dardo, dejaba saber que Isabela nunca iba a cambiar.
—Vaya, que escena tan conmovedora — dijo con su voz destilaba veneno disfrazado de dulzura — La devota ex esposa esperando al supuesto hombre perfe