Capítulo 162.
Donovan
No puedo moverme. El cuerpo parece estancado en alguna celda donde no entra ni el ruido. Lo único que permanece activo es la maldit@ memoria, que sin mi permiso me arrastra hacia atrás. A ese lugar. A ese momento.
No sé si esto es parte de una alucinación o si el dolor se convirtió en una ruta hacia lo que me devolvió a la vida. Pero ahí estoy, ahora. Otra vez. Su cuerpo contra el mío, su espalda sudando y mis labios apenas reteniendo lo que me nace cuando la escucho forzar una amenaza que no va a cumplir. La siento querer resistirme, mientras se le escapa el aliento que me entrega su rendición.
Arrastra los dientes por mi barbilla porque quiere probar si aún me enciende. Como si no lo supiera. Como si no la cargara clavada entre cada hueso. No dice que me desea, pero no necesita decirlo. Me basta con olerla.
La provoco, enterrando la erección en su espalda. Su cuello arde bajo mi boca y su silencio me deja en claro que si no tuviera dolor, me dejaría marcarle hasta los huesos