Alina
El aire es denso. La Fallas vibra bajo mis pies, un aliento helado ascendiendo de las profundidades del suelo. Damon está frente a mí, su cuerpo tenso, su mirada brillando con un destello dorado inquietante. La energía oscura que nos rodea palpita al ritmo de mi corazón.
— Quédate detrás de mí, Alina —gruñe.
Sacudo la cabeza.
— No. Esta vez, no me quedaré atrás.
Él se vuelve bruscamente hacia mí, su mirada ardiente perforando la mía.
— No es negociable.
— Damon…
— Si te atrapa…
Me acerco a él, posando mis manos sobre su poderoso torso. Sus músculos están tensos bajo mis dedos.
— No me atrapará.
Él aprieta la mandíbula.
— ¿Cómo puedes estar segura?
— Porque soy más fuerte que eso.
Él me observa un segundo, una batalla silenciosa se juega en sus ojos dorados. Luego, apoya su frente contra la mía, su aliento caliente rozando mis labios.
— Si sientes algo…
— Te lo diré.
Un ruido sordo interrumpe nuestro intercambio. Una onda de magia explota en el aire, y la criatura aparece frente