Alina
La luna está llena esta noche. Brilla alto en el cielo, proyectando una luz plateada a través de los árboles retorcidos del bosque. El aire es frío, cargado de electricidad. Mi corazón late a un ritmo irregular mientras me encuentro en la cima del acantilado, con los ojos fijos en el pueblo dormido abajo.
Damon está justo detrás de mí, su calor irradiando a través de la noche helada. No ha dicho una palabra desde que dejamos la mansión. Pero su presencia es una constante, una ancla que me sostiene mientras el peso de la marca arde bajo mi piel.
— ¿Estás segura de que quieres hacer esto? pregunta finalmente, su voz grave elevándose en el silencio.
Aprieto los puños. La marca pulsa, oscura y dolorosa, como una presencia extraña que rasguña mi mente.
— No tenemos elección, murmuro. Si la Reina quiere poseerme, entonces le mostraré que no soy una víctima.
Damon se acerca lentamente, su aliento caliente deslizándose contra la piel de mi nuca. Sus manos se posan en mis caderas, fuerte