Damon
El bosque es oscuro, sumido en una bruma helada. Las ramas crujen bajo mis pasos, el viento silba entre los troncos negros como cuchillas afiladas. Alina está justo detrás de mí, su mano agarrada a mi brazo, su aliento rápido en el aire gélido.
— Fue en esta dirección, dice Silas señalando una serie de huellas en el barro.
Asiento, mis sentidos alerta. El olor de Luka flota en el aire, entrelazado con el de miedo y... sangre.
— Está herido, murmuro.
— Luka sabe defenderse, replica Alina, su voz temblando de preocupación.
— Quizás, pero está solo, le respondo.
Ella no responde, pero su mano aprieta más fuerte mi brazo. Siento su miedo como una ola oscura que sube entre nosotros.
Avanzamos a través del bosque, las tinieblas envolviéndonos cada vez más. El olor de la sangre se intensifica. Mi corazón late más rápido. Está cerca.
Un rugido distante llega a mis oídos.
— Era un lobo, murmura Silas.
— No, le respondo levantando la cabeza.
Siento la presencia antes de escucharla: un aur