Ameline estuvo pensando en Seth todo el día, muy a su pesar.
Claro que aún estaba preocupada por el ataque que sufrió, porque si ese ladrillo iba un poco más desviado bien podría haberle pegado en la cama mientras dormía, y eso podría pasar en cualquier otro día otra vez si no encontraban al responsable, pero…
Pero… pensar en eso la asustaba, así que inconscientemente su mente siempre quería pensar en otra cosa, e inconscientemente siempre acababa pensando en Seth otra vez.
Habló con Prissy, con Kato y con Nataniel sobre lo que pasó (omitiendo la parte de que fue mientras estaba con Seth) y ellos se preocuparon mucho por ella, pero también le dieron la idea de que podrían irse de viaje de una vez y así escapar de la agitación de la mansión.
La idea le gustó.
Quien quiera que hubiera sido, no podría seguirla hasta Yucatán, no si solo iba con gente de su máxima confianza.
—¿Crees que Seth me lo permita?... —preguntó a Prissy, que en ese momento estaba mirando embobada a Natan