Ameline salió al pasillo con Prissy, encontrándose con Kenneth que la miró preocupado, pero encontrándose con algo peor detrás de él.
Tucker, uno de los guardias de Seth, posiblemente el más leal, estaba al otro lado del gran pasillo, mirando a Ameline con los brazos cruzados y ojos entrecerrados.
Ella se tensó.
¿Por qué el hombre más leal a Seth estaba allí vigilándola? ¿Qué diablos pasaba aquí?
Retrocedió un paso, nerviosa.
—Quizás debamos hacer esto después —le susurró a Prissy.
—No creo que Tucker deba preocuparnos… seguramente tiene una misión especifica y pronto se irá —murmuró la joven—. Deberíamos simplemente preguntarle, de hecho.
—¿Q-qué? Claro que no, seguro sospeche.
—Él tiene mucha lealtad hacia mi hermano, pero no suele meterse donde no lo llaman y es muy profesional, no te preocupes. —Prissy sonrió y se acercó a Tucker, ignorando los gestos suplicantes de Ameline de que no lo hiciera.
Prissy avanzó con pasos ligeros y resueltos, sin perder esa sonrisa amable que pa