Capítulo 101. No me dejes otra vez
La mujer del báculo inclina la cabeza y lo mira. Sus ojos parecen atravesarlo.
—Aria renacerá —dice a Kael, su voz es serena, pero cada palabra cae como un golpe—. No recordará lo que vivió contigo, ni lo que perdió, ni el sacrificio que hizo por tu manada. Todo será borrado, salvo lo que su alma conserve en lo más profundo. Ya no serás guardián ni protector de los de tu especie. Tu bestia será furia sin control, terror y muerte. Los bosques temblarán cada noche con el llamado a la compañera que perdiste, y las criaturas huirán de ti. Ese será el precio de haber pedido alterar el curso del destino. Y aun así, no podrás morir. Vivirás para recordar lo que perdiste, para comprender lo que significa su sacrificio.
Las palabras de la mujer reverberan en el aire como si todo el bosque las absorbiera. Aria, que observa desde unos pasos atrás, se queda congelada. El sonido de su nombre en labios de aquella desconocida la atraviesa. Retrocede, tropezando con sus propios pies. ¿Es ella? ¿Ella