En las entrañas del barco, Harper gateaba hacia la caja de control, sentía el terror de la caza, pero también una claridad punzante., sabía que esta era su única oportunidad de devolver el golpe.
Uno de los secuaces se acercó demasiado, el chapoteo de sus botas de combate en el agua estancada era inconfundible, Harper se detuvo detrás de unos fierros gigantes y se quedó inmóvil, esperando que él pasara.
Él se detuvo, y el silencio casi hace que el corazón se le paralizara.
— Sé que estás ahí, muñeca, sal y te prometo que no te haré nada…
Harper no esperó, en un movimiento rápido, salió de su escondite y corrió hacia la caja de contro, el hombre reaccionó al instante y disparó tres veces, pero Harper ya se había tirado detrás del panel de control de acero, y las balas impactaron en el metal con un sonido ensordecedor que hizo vibrar el agua.
El rastreador satelital que había traído consigo se deslizó de su mano y cayó al agua, ya no tendrá señal para que la ubicaran desde fuera, pero e