Capítulo 77. Sorpresas te da la vida
En el estudio de Norman, con su ambiente elegante y sobrio, Steven se encontraba sumergido en sus pensamientos, su rostro reflejaba la carga de preocupaciones que lo agobiaba. Mientras daba un sorbo a su trago, Norman lo observaba con atención, aguardando a que su amigo compartiera lo que lo aquejaba, aunque claramente ya lo sabía. Norman, con su habitual personalidad, esperó a que Steven rompiera el silencio. — ¿Vas a hablar de una vez, Steven? ¿O te voy a tener que sacar la información a patadas en el culo? No lo tomes a mal, pero tengo mucho que hacer hoy y estás como un idiota tomando tu whisky mirando la nada — dijo, su voz resonando con sarcasmo en el espacio tranquilo de la habitación. Steven, con la mirada perdida en el horizonte, comenzó a relatar sus preocupaciones luego de lanzar un sonoro suspiro. — Lo del partido... es casi un hecho. Me están presionando para que renuncie y voy a tener que hacerlo — confesó, el peso de esas palabras palpable en el aire. La expresión de No