Capítulo 76. La llave
Al día siguiente, el sol se filtraba tenuemente a través de las cortinas entreabiertas de la casa de Sasha, iluminando suavemente la habitación donde yacía, aun sintiéndose débil pero un poco mejor que el día anterior. El sonido de la puerta principal cerrándose resonó en la casa, y Sasha pudo escuchar pasos acercándose a su habitación. Con una mezcla de sorpresa y cansancio, se preparó para recibir a su visitante. La puerta se abrió lentamente, revelando la figura de Susan, la madre de Steven, quien entró con una expresión de preocupación en su rostro. Sasha la miró con curiosidad, preguntándose qué la había traído allí tan temprano y sin previo aviso. —Buenos días, Susan. ¿Qué te trae por aquí? —preguntó Sasha, esforzándose por mantener la calma a pesar de sus nervios. Susan le dedicó una sonrisa tranquilizadora antes de responder. —Buenos días, querida. Espero no haberte despertado. Solo quería ver cómo estabas y asegurarme de que Nat estuviera bien —dijo Susan con amabilidad, acer