Ximena se dirigió apresuradamente al despacho de Pauline con el corazón latiendo desbocado. Hacía meses que trabajaba en la empresa, un lugar que realmente la había no solo sacado de la noche sino que le había dado las esperanzas de tener un futuro diferente y todo gracias a Lula y Brad, especiaomente este último quien le había ofrecido ese puesto casi como un favor personal (de hecho lo fue) hacia su pareja. A pesar de sus diferencias, la madre de Brad parecía haber desarrollado una extraña simpatía por Ximena, aunque ambas mantenían una relación distante y formal, Pero Ximena sabía que era mayormente por Junior. Ocasionalmente lo llevaba o se encontraban en un evento familiar y la mujer parecía haber desarrollado una especie de debilidad por su hijo. Ella la entendía pues también, amaba con locura a ese niño. Entró sin siquiera golpear la puerta, algo que normalmente nunca se hubiera atrevido a hacer. Pero la desesperación era más fuerte que su sentido común en ese momento. Pauline