Capítulo 37. Ni por un solo instante
Sasha se despertó en la penumbra, sintiéndose desorientada. Al mirar a su lado, descubrió que estaba acostada desnuda junto a Steven. Recordó la intensidad de lo que habían compartido antes y supuso que se habría quedado dormida luego de eso pues ahora estaba desnuda y recostada a su lado, lo más obvio es que él la había desnudado. Y en la semioscuridad del dormitorio, aparte, notó que él la estaba observando. — ¿Qué haces? —preguntó ella inquisitiva. — Solo te observaba —respondió él, con una mirada y una sonrisa sugerente. De algún modo, ella se ofuscó. Ese vínculo entre ambos estaba tomando tintes que se le estaban yendo de las manos así que le dijo: — No olvides el contrato. Esto — susurró y se señaló a ella y a él — , tiene fecha de caducidad —advirtió Sasha, señalando la realidad de lo que realmente estaban compartiendo, desestimando sus detalles “románticos”. Cuando había llegado estaba con la guardia baja, un poco angustiada por Ekaterina aunque su hermana estaba mejorando, ca