Capítulo Treinta siete.
Elena Voncelli.
Y me convertí en una tendencia peligrosa, maligna, en una influencia demoníaca, me reí al leer el periódico.
Gloria me servía el desayuno. — ¿De qué te ríes, mi niña? — me pregunta Gloria con una sonrisa en sus comisuras, podía ver la alegría en sus ojos.
—De las especulaciones que lanzan sobre mí, es exagerado, el mundo me teme. — le digo mostrándole la información que leía.
Gloria medio lee algo, y se ríe.
—Nada bueno se hablará de las críticas se los demás, son más las destructiva que las que ayudan a salir adelante, hija. — me dice tomando asiento a mi lado.
Y le sonrío.
—Es la verdad, pero no me dejaré vencer por lo que dicen, me da horror sus lenguas, al más bueno lo desacreditan, y al malo lo alaban. — le digo y Gloria asiente, y le doy una mordida a mi tostada a la francesa.
—Está divina. — le expreso con ojos llenos de alegría. —Son deliciosas. — le vuelvo a decir y Gloria se ríe.
—Es la receta secreta de mi abuela, es una maga en la cocina. — me dice y me son