- Fabricio, lamento mucho lo sucedido con tu sobrina, que situación tan terrible e inesperada, espero que se esté recuperando satisfactoriamente, al igual que el presidente Montenegro. – Comenta Helio Valdés respondiendo a la llamada de su amigo Fabricio. – Es una pena que ambos hayan tenido tan mala suerte, ¿se sabe algo del accidente? – Pregunta interesado, pues es un tema muy delicado, más teniendo en cuenta que están hablando de dos de los herederos más importantes del país.
- Mi querido amigo Helio, muchas gracias por tu apoyo. – Responde Fabricio mostrándose afligido al teléfono. – Créeme que ruego a Dios para que mi niña Sofia este bien al igual que su esposo, la verdad es que a mí también me tomo por sorpresa toda esta extraña situación, estoy muy preocupado, pero los Montenegro no han querido darme ninguna noticia al respecto, por lo que estoy más angustiado, aun así, debo proteger el patrimonio de Sofia, es por eso que te estoy llamando, creo que debemos hacer un