Las expresiones de la sala, son de asombro, incredulidad y terror al menos para Fabricio y Saul que no se les paso por la mente la más mínima posibilidad de que Sofia pudiera estar despierta y se hiciera presente en esa reunión, podían ver como todos sus esfuerzos se desboronaban súbitamente.
Por su parte Maximiliano estaba en otro mundo en la mañana cuando salió del hospital Sofia aún seguía inconsciente, pero ahora escuchaba su vos al otro lado de la línea y lo que su corazón sentía era simplemente inexplicable, pero por fuera debía seguir mostrando su expresión inalterable de esa manera nadie sospecharía lo que en realidad estaba pasando.
- Sofia, ¿eres tú? – Pregunta lentamente Fabricio intentando descifrar si es que lo estaban engañando.
- Por tu tono, cualquiera podría pensar que no querías escucharme querido tío. – Suena en todo el salón la voz calmada y un tanto débil pero segura de Sofia, quien desde el otro lado de la línea esta recostada en su camilla de hospita