Mundo ficciónIniciar sesiónLa mañana de Navidad amaneció con un silencio sagrado. La nieve cubría los jardines de la casa de Evelyn como un manto de azúcar, y del cielo seguían cayendo copos lentos, brillantes, que parecían bailar al ritmo de las campanas lejanas del pueblo.
Violeta despertó con un bostezo suave, arropada entre sábanas gruesas, mientras el calor de la chimenea aún se mantenía en la habitación. Giró sobre el colchón y lo vio: Liam, dormido, con un brazo extendido hacia ella, como si incluso en sueños buscara asegurarse de que no se alejara.
Una sonrisa se dibujó en su rostro. Todavía no podía creer lo que había pasado la noche anterior. El beso. Las palabras. Esa confesión silenciosa que los había dejado flotando entre la duda y la certeza.
Con cuidado, se levantó, colocándose una bata y bajand







