A la mañana siguiente….
Sofía se despertó con la sensación de no haber dormido en absoluto. La noche anterior apenas había logrado cerrar los ojos; los pensamientos y recuerdos no la habían dejado en paz, mientras repasaba mentalmente cada palabra hiriente de Brian, cada gesto cruel, como si intentar borrarlos de su memoria solo los hiciera más vivos.
Se levantó con movimientos pesados y se dirigió al baño. Al mirarse en el espejo, no pudo evitar notar las profundas ojeras que oscurecían su rostro, marcando el cansancio que llevaba encima.
Sofía se cambió rápidamente de ropa y tomó su bolso, sin olvidarse de ponerse los anteojos.
Antes de salir comprobó un mensaje de Maira diciendo que la esperaba afuera .
Al bajar, Anna la vio de inmediato. Ella y Valentina estaban frente a una modista, eligiendo vestidos que les mostraba con entusiasmo.
Con voz aparentemente inocente, Anna le dijo:
—Sofía, ven… pruébate algo. Me sentí muy triste por la forma en que Brian te trató, pero h