Sofía se quedó temblando, completamente humillada, con un mareo que le nublaba la visión y un cansancio que se extendía por todo su cuerpo. Cada palabra de Brian parecía grabarse en su mente con fuego, pero intentó ignorarlo, repitiéndose a sí misma que no era más que estrés, pura tensión acumulada. Sus ojos se clavaron en Brian y, de repente, un recuerdo la golpeó con fuerza, inesperado y doloroso. La imagen de aquella última noche juntos de hace tres años se le presentó como un relámpago: él había llegado borracho, su mirada turbia y su orgullo lastimado. Ella, en un impulso desesperado de acercamiento y de salvar lo que quedaba de su relación, lo había seducido. La noche había sido suya, pero no por amor, sino por miedo a perderlo, por el anhelo de sentirse todavía deseada y por la esperanza de que algo de su matrimonio pudiera rescatarse. "Esa fue la última vez que lo miré como un esposo… la última vez que pensé que aún podía salvarnos," recordó, y un nudo se formó en su gargan
Leer más