Capítulo 89 —Olor a desinfectante
Narrador:
Cleo no pudo resistirlo más. Después de recorrer con la mirada todo el despacho vacío, con el corazón apretado y ese silencio insoportable palpitando en las paredes, se acercó al placard empotrado que Nerón usaba como guardarropa. Dudó unos segundos, pero luego lo abrió.
Todo estaba perfectamente ordenado. Camisas colgadas con precisión, una corbata negra enrollada en su gancho como si esperara la siguiente guerra, y dos trajes en perchas gruesas que conservaban su forma impecable. Pero lo que captó su atención fue ese pequeño frasco de vidrio oscuro, discreto, casi escondido en la repisa inferior. Lo reconoció de inmediato.
—Tu mal*dita colonia… —susurró para sí misma.
La tomó con sumo cuidado, como si tocara algo sagrado. Lo destapó lentamente y lo acercó a su nariz. El perfume la golpeó como una cachetada dulce y cruel. Ahí estaba él. Su piel recién afeitada. Su cuello después de una ducha. Su aroma entre sus piernas cuando se inclinaba so